Comunicadora guatemalteca originaria de Chuaquenum, Joyabaj, Quiché apoya nobles causas en favor de la niñez y la comunidad migrante con alegría y ánimo de esperanza. Lanza mensajes positivos en el canal digital TV Radio Luz y por si fuera poco, escribe poesía y canciones.
El nombre de su perfil de Facebook lo dice todo: Liss Sonríe. Lisset García no solo sonríe con el rostro sino con las palabras y la inspiración positiva de cada poema, cada canción, cade mensaje de ánimo y también cada causa de apoyo a la niñez que emprende. Desde Florida busca recursos y medios para atender a pequeños pacientes de enfermedades raras hasta actividades de recolección de fondos para la Unidad de Oncología Pediátrica de Guatemala.
Pero además de ese apoyo social, también atiende y alimenta corazones a través de sus composiciones poéticas y musicales optimistas, un don que fue cultivado por el cariño de su abuelito Santos García, en la aldea Chuaquenum, Joyabaj, Quiché.
“Mi abuelito me decía: Mi niña de la sonrisa más hermosa del mundo mundial, ¿qué vas a ser cuando seas grande? Y yo, brincando a mis 5 añitos le respondía: seré una doctora locutora”, cuenta. “Y el abuelo le daba un último consejo: Liss, sonríe siempre”.
Sabiduría para la felicidad
El abuelo de Lissett es el gran inspirador. “Viví 14 años con sus consejos y cariño. Él me regaló el néctar de su corazón a través de su vida noble, sus historias, sus cuentos, canciones, comunicación constante que me ha inspirado siempre”.
Desde esos años de niñez, Liss descubrió que había algunos niños con una enfermedad. “Necesitaba descubrir porque y siempre lo pregunté pero nunca había una respuesta. Hasta que ya en Estados Unidos quise hacer algo por ellos”.
“Yo era una niña traviesa, exploradora, me encantaba experimentar. A veces me corregían. Mi abuelo me decía: Recibe con amor la corrección de tus padres, un día lo vas a entender. Liss: sonríe siempre”.
Desafíos superados con fe
Cuando migró de Guatemala a Chicago, Illinois, Lissett no encontró un camino de rosas. “Fue un cambio drástico y triste por muchas razones. Llegué en invierno y a pesar del clima, al día siguiente de llegar estaba caminando 21 cuadras para encontrar trabajo, con mi cargando a mi hijo en la espalda. Quién me contrató dijo: “Eres la niña de Guatemala… ¡la que no murio de amor!”.
Con esfuerzo y grandes sueños, Lisset siguió avanzando y llegó a trabajar como maestra de español y también fue locutora en una radio local. “Me tocaban horarios extensos, pero cuando amas lo que haces no se siente como trabajo”, expresa. Esta actitud positiva le permite abordar los retos con fe en Dios y también con la alegría del aprendizaje de nuevos logros. Todo esto alimenta su vena poética, como esta composición:
Por las mañanas al despertar
Los pájaros cantan sin parar
Un nuevo día empieza
El café humea
Veo la ciudad
Las calles llenas de vida y paz
Hoy nada nada me puede frenar
Este es un lugar especial
La melodía me lleva a bailar
Riendo mucho sin mirar atrás
La vida empieza al despertar.
Inspiración inagotable
Actualmente Lissett vive en Lakeland, Florida, desde donde impulsa apoyos para que niños que padecen enfermedades raras en Guatemala reciban atención médica especializada en Estados Unidos. Para esto recauda donativos para que los tratamientos tengan seguimiento.
Otro de sus campos de servicio es reunir aportes para la Asociación Ayúdame a Vivir de Guatemala, que apoya al Hospital para niños con cáncer. Cada año efectúa una cena benéfica para que migrantes disfruten una velada agradable y a la vez contribuyan con la salud infantil. Lissett también organiza una carrera benéfica con el mismo objetivo.
Lisset también compone canciones, algunas de las cuales son interpretadas por la joven cantante Heidy Ocampo. Uno de esos temas es “La alegría de vivir”, cuya letra transmite optimismo y espíritu de agradecimiento.
Apoyo a la niñez necesitada
Actualmente Lissett vive en Lakeland, Florida, desde donde impulsa apoyos para que niños que padecen enfermedades raras en Guatemala reciban atención médica especializada en Estados Unidos. Para esto recauda donativos para que los tratamientos tengan seguimiento. También participa en las Caridades Católicas para poder generar y fomentar más lazos de empatía en la comunidad.
Otro de sus campos de servicio es reunir aportes para la Asociación Ayúdame a Vivir de Guatemala, que apoya al Hospital para niños con cáncer. Cada año efectúa una cena benéfica para que migrantes disfruten una velada agradable y a la vez contribuyan con la salud infantil. Lissett también organiza una carrera benéfica con el mismo objetivo.
Lisset también compone canciones, algunas de las cuales son interpretadas por la joven cantante Heidy Ocampo. Uno de esos temas es “La alegría de vivir”, cuya letra transmite optimismo y espíritu de agradecimiento.
Aporte migrante y constante
