Los trastornos alimenticios pueden empezar desde temprana edad, hombres y mujeres lo pueden padecer.
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) como la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón afectan cada vez a personas más jóvenes, incluso menores de 12 años.
La detección temprana y la intervención adecuada son esenciales para prevenir consecuencias físicas y psicológicas graves.
“Es importante estar atento a los cambios en la alimentación de los niños desde los 8 años, porque desde esa edad empiezan a sufrir de acoso escolar por su cuerpo“, comentó la psicóloga, Ángela Contreras.
Señales de alerta: ¿qué observar?

La importancia de la detección temprana
“La detección temprana es crucial. Cuanto antes se identifique un trastorno alimentario, mayores serán las posibilidades de una recuperación completa“, comentó la psicóloga, clínica Patricia Ruiz.
Además, destaca que los TCA no discriminan por edad ni género, y pueden afectar a cualquier persona.
El papel de la nutrición en la recuperación
“El cerebro necesita al menos 20 minutos para registrar que hemos comenzado a comer y enviar señales de saciedad. Comer despacio es importante para evitar el exceso de consumo antes de sentirnos satisfechos“, comentó, la nutricionista, Rebeca Pastor.
Pastor también advierte sobre el impacto de las dietas restrictivas y la importancia de una relación saludable con la comida.

¿Qué hacer si sospechas de un TCA?
La recuperación es posible con el apoyo adecuado y un enfoque integral que aborde tanto los aspectos psicológicos como nutricionales.
“Si tú o alguien que conoces está luchando con un trastorno alimentario, no estás solo. Busca ayuda profesional y recuerda que la recuperación es un proceso, pero es posible”, enfatizo Contreras.
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