A nadie deja indiferente la elección del cardenal Robert Prevost, nacido en Chicago, como el nuevo Papa León XIV, electo apenas en el segundo día de cónclave. Los migrantes hispanos y guatemaltecos en USA se alegran triple porque habla español y es peruano naturalizado.
La elección del cardenal Robert Prevost, nacido en Chicago, y de ascendencia multicultural migrante ha sido celebrada por todo el mundo y sobre todo en Estados Unidos. Migrantes guatemaltecos radicados en ese país expresan su alegría y esperanzas de un pontificado con bendición al igual que lo fue el del papa Francisco.
“Me siento muy feliz de que los católicos hispanos en Estados Unidos tengamos al primer papa de este país. Es emocionante también saber que tiene la ciudadanía peruana y que su mamá ees de descendencia española. ¿Qué más podemos pedir?” exclama Hilda de León Xavier, originaria de Quetzaltenango y radicada en Oklahoma, en donde dirige un colegio católico.
“¡Además habla español! Me encanta el nombre que eligió: León XIV, muy significativo y fácil de recordar. Recuerdo que el día antes de su elección fui a la Iglesia por 30 minutos para orar por el cónclave. En las oraciones pedí por un líder que nos represente como comunidad hispana católica, especialmente en estos tiempos difíciles para Estados Unidos, Latinoamérica y el mundo. Dios sabe por qué lo eligió y nos llena de esperanza”, agrega De León Xavier.
Fue su profesor en 1991
El migrante guatemalteco Pablo Pineda, radicado en Chicago, se siente alegre de que el nuevo pontífice haya nacido en esa misma ciudad. No lo recordaba, pero un compañero de estudios teologalees le recordó que en el Instituto Teológico de América Central, en 1991, recibieron clases de un padre agustino llamado Robert Prevost.
“Honestamente yo no me recuerdo… pero dice mi amigo quien ahora es sacerdote, que sí fue él quien nos dió un semestre y luego lo mandaron a Nicaragua para posteriromente enviarlo a Perú. comenta Pablo.
Transmitió el anuncio Habemus Papam
Melvin Falla, comunicador guatemalteco y migrante radicado en Minnesota, hizo un live de Facebook con la pantalla de su TV en los momentos que se anunciaba la elección del cardenal Prevost, ahora León XIV. “Me siento muy feliz de que otra vez haya sido electo un papa proveniente de América. Por doble razón, porque nació en Estados Unidos, aquí donde vivimos, y porque también tiene lazos fuertes con Latinoamérica. Nosotros como centroamericanos debemos sentirnos orgullosos”, dijo Melvin.
Solicitarán una audiencia con el nuevo papa
“Para nosotros los migrantes (la elección del nuevo papa León XIV, nacido en Estados Unidos) representa mucho. Un papá que.habla español y que vivió en Perú, que conoce los dolores de Latinoamérica, es increíble”, dice Walter Batres, presidente de la Red Migrante Guatemalteca.
“Desde ya planearemos un viaje con solicitud de audiencia papal para solicitar su apoyo para seguir solicitando un alivio migratorio para los guatemaltecos migrantes en Estados Unidos”, agregó.
Una reflexión ante el anuncio de nuevo papa
Reginaldo Hasslet-Marroquín, radicado en Minnesota y quien impulsa la revolución avícola a través de métodos sostenibles de crianza, ante el anuncio del nuevo papa anheló que el nuevo pontífice continúe la línea de su antecesor:
“Esto merece ser seguido y honrado. En una época en la que las potencias mundiales luchan por el derecho a destruir y seguir extrayendo los recursos del mundo hasta dejarlo limpio, el Papa Francisco mostró al mundo que una vida simple (en todos los sentidos) puede vivirse siendo uno de los grandes líderes del planeta. De hecho, es el único tipo de liderazgo terrenal que vale la pena seguir y al que vale la pena ser leal”.
“El sucesor tiene los zapatos más grandes por llenar. Y si eligieron al adecuado, seguramente seguirá siendo una de las voces líderes en la oposición a la inmensa tormenta de fuerzas oscuras (políticas y económicas) que emergen por todo el mundo”, planteó Reginaldo, guatemalteco originario de Chimaltenango.
“Necesitamos alzarnos contra los ‘cristianos anticristo’ que fingen en el ojo público y se aprovechan de aquellos que están parados sobre arena cuando se trata de nuestro derecho a una base espiritual propia. Esa base nacida desde dentro, que nos impulsa a defender el derecho a vivir como humanos libres de miedo, represión y explotación, y a la responsabilidad mutua y obligación de vivir y dejar vivir, de oponerse y luchar contra regímenes represivos, y desmantelar las estructuras y sistemas que los hacen posibles”.
