La maternidad desde la cosmovisión maya está enraizada en la sabiduría de los ancestros, la protección espiritual y los desafíos actuales.
En la cosmovisión maya, la maternidad es un proceso sagrado que vincula profundamente a la mujer con el universo, los ancestros y la energía de la vida.
Concebir, gestar y dar a luz no son vistos como actos meramente biológicos, sino como una misión espiritual acompañada de sabiduría milenaria, rituales protectores y el acompañamiento de la comunidad.
El rol sagrado de la madre
Desde tiempos antiguos, la mujer embarazada es considerada portadora del “nahual” o espíritu del nuevo ser, un canal entre el mundo de los vivos y el espiritual.
El embarazo no se vive en soledad: está rodeado de cuidados, rezos, ofrendas y guías espirituales que ayudan a mantener el equilibrio entre cuerpo, mente y alma.
Las comadronas —o “aj q’ij” en algunas comunidades— juegan un papel fundamental. No solo atienden los partos en casa, sino que orientan a las mujeres sobre su alimentación, sueños, comportamiento y emociones, interpretándolos desde una perspectiva espiritual.
Estas guías también ayudan a “leer el día” en que nacerá el bebé, según el calendario maya, para entender su energía y destino.
Rituales y protección: la pulsera roja y otros mitos
Uno de los elementos más comunes es la famosa pulsera roja que se le coloca al recién nacido en la muñeca o tobillo. Según la tradición, esta pulsera tejida a mano con hilo rojo sirve para proteger al bebé del mal de ojo, energías negativas o envidias. También se cuelgan cuentas o pequeñas semillas llamadas “tz’ite” que refuerzan esta protección espiritual.
Otro mito extendido es que las embarazadas no deben salir durante eclipses o fuertes tormentas, pues se cree que estas alteraciones naturales pueden afectar al bebé.
En algunos lugares, se recomienda que la madre use un pequeño espejo o alfiler sobre el abdomen para “reflejar” o “desviar” cualquier energía dañina.
Además, se realizan ceremonias de agradecimiento a la Madre Tierra por el nuevo ser en camino. Algunas familias elaboran ofrendas con velas, flores, copal e incienso para pedir una gestación sana y armoniosa.

Desafíos actuales: entre el abandono y la resistencia
A pesar del valor que estas prácticas conservan en muchas comunidades, las madres mayas enfrentan grandes desafíos en la actualidad. El acceso limitado a servicios de salud, la discriminación cultural en hospitales y la falta de reconocimiento del rol de las comadronas por parte del sistema de salud público son algunos de los principales obstáculos, comentó Efraín Durán, sociólogo.
Organizaciones indígenas y de derechos humanos luchan por el respeto al parto ancestral y al derecho de las mujeres a decidir cómo quieren dar a luz. También buscan garantizar que las comadronas reciban apoyo, capacitación y respeto sin ser obligadas a abandonar sus prácticas.
Un legado que perdura
Lejos de desaparecer, la sabiduría maya sobre la maternidad sigue viva y adaptándose a los tiempos. Cada vez más mujeres jóvenes, incluso en contextos urbanos, retoman rituales ancestrales como forma de reconectar con su identidad y proteger la vida que traen al mundo.
La maternidad maya no es solo dar a luz: es dar vida desde la energía, la comunidad y el amor a la naturaleza. En tiempos de avances tecnológicos y prisas, su mensaje profundo sigue siendo claro: la vida comienza con respeto, espiritualidad y equilibrio.
Conoce más sobre Guatemala y su cultura acá...
