La violencia política en el país se hizo grave a inicios de la década 1980 y por eso René, recién casado, temía por su vida. Había trabajado en el área de imprenta de un periódico llamado La Nación. A veces percibía que era seguido y vigilado. Fue a Los Angeles, California, con muchas ganas de trabajar, pero existía una fuerte barrera: no sabía inglés.
“Fue difícil, muy difícil, pero yo estaba acostumbrado a superar barreras y por las noches iba a estudiar inglés. También terminé de sacar la High School. Al Museo de Vves de Ventura yo llegué como encargado de limpieza, pero me llamaba la atención todo lo que explicaban y empecé a conversar con los científicos del lugar. Fue fascinante comenzar a aprender y me propuse llegar a trabajar allí como uno de ellos”.
No fue fácil, ni breve, ni sencillo, pero hoy por hoy es el director del Museo de aves Western Foundation of Vertebrate Zoology (WFVZ), a donde alguna vez llegó a trabajar como encargado de la limpieza. Este museo es uno de los más famosos de su tipo en el mundo y cuenta con la mayor cantidad de huevos de aves en el planeta.
“Me enorgullezco de mi primer trabajo tanto como del actual, porque todo trabajo es honrado y digno ” dice René, pero aclara que toda persona “debe tener siempre grandes metas y sueños para seguir avanzando”.