Jackie de León, Madre del Año 2025 de la Sociedad Cívica Cultural Guatemalteca de Chicago se siente orgullosa de sus raíces, es emprendedora, le encanta escribir, cocina comida chapina y en cada noviembre desde hace 17 años prepara fiambre, rojo y blanco.
Ya en los últimos días de octubre, en una cocina de Chicago, está en marcha una tradición profundamente guatemalteca. Entre aromas de embutidos, verduras picadas, remolacha, aceitunas, quesos y más, Jackie de León prepara con esmero el fiambre guatemalteco.
“Tengo casi 17 años de estarlo preparando por acá”, dice con satisfacción. “Me encanta la cocina, siempre me ha gustado cocinar, y recuerdo que de pequeña mi familia se juntaba para preparar el fiambre, para comerlo en familia el 1 de noviembre. Creo que eso es lo que más extrañamos los que emigramos: ese calor familiar, esas tradiciones que a veces se van perdiendo si no las mantenemos”.
Nació en USA de familia guatemalteca
Jackie De León nació en California, hija de migrantes guatemaltecos, pero algunos años de su infancia transcurrieron en San Antonio Suchitepéquez, entre el bullicio de la casa familiar.
“Mi prima era como mi mamá y lo sigue siendo. Recuerdo en los últimos días de octubre por las tardes que la veía a ella y sus tías picar verduras y preparar los embutidos para el fiambre. Cierro los ojos y me veo en esa cocina, aprendiendo sin querer”, recuerda. “Todas se juntaban a preparar el fiambre, a reírse, a platicar. Era una fiesta de sabores y cariño”.
A los 18 años Jackie regresó a Estados Unidos, “ya con ese espíritu migrante de no tener fronteras”. Actualmente vive en Chicago, donde ha combinado trabajo, familia e identidad guatemalteca.

Trabaja, escribe, lee pero sobre todo: ama
Jackie estudió Administración en Guatemala y después, Psicología en Estados Unidos. Actualmente dirige una compañía de diseño e impresión de productos publicitarios, un oficio que, dice, “requiere mucho ingenio, porque no se trata solo de hacer algo bonito, sino algo que impacte, que funcione. Después de la pandemia todo cambió, ahora mucho de la publicidad es digital, pero siempre hay lugar para la innovación”.
Además de empresaria, Jackie es madre y escritora. “Desde chiquita yo le decía a mi mamá que cuando fuera grande quería ser escritora”, cuenta. “Y me sigue encantando escribir poesía y cuentos. Relajarme es escribir; puedo amanecer escribiendo o leyendo y no siento el tiempo”.
Entre sus autores favoritos está el guatemalteco Pepe Milla, “porque logra cautivarlo a uno, lo hace viajar a esa época”. Y tiene un sueño muy claro: “Publicar un libro con mis obras, pero aún no me he atrevido”.
Su amor por la cultura guatemalteca y el cuidado de su familia le ha valido un reconocimiento de su comunidad: fue nombrada Madre del Año 2025-2026 por la Sociedad Cívica Cultural Guatemalteca de Chicago, una distinción que asume con orgullo y ternura. Durante su discurso de aceptación, dijo palabras memorables:
Un fiambre cultural guatemalteco americano
Esa dualidad de ser guatemalteca y estadounidense -dice Jackie- la vive cada día con sus hijos: “Trato siempre de mantener las tradiciones, balanceando las de Guatemala con las de acá. Póngale que el viernes 31 de octubre estoy corriendo con mis hijos a pedir dulces y luego regreso a terminar el fiambre para el 1 de noviembre”, cuenta.
Su fiambre ya se ha vuelto una tradición para muchos guatemaltecos en Chicago. Prepara el fiambre rojo -con remolacha y encurtido- y también el blanco. “Al principio solo hacía el rojo, como en mi casa de Suchitepéquez, pero un día me preguntaron si sabía hacer el blanco. Muchos piensan que solo es quitarle la remolacha, pero lleva otros secretitos por ahí”, confiesa.
Jackie dedica varias noches previas al 1 de noviembre a preparar los ingredientes. En el día de la entrevista aún está recibiendo pedidos. “Para mí no es trabajo hacer bastante fiambre. Me encanta que la tradición se mantenga y me gusta mucho cocinar. Póngame a cocinar y yo soy feliz. Eso sí, lavar los trastes no me gusta tanto”, bromea.
Entre su empresa, su escritura y la crianza de sus hijos, Jacke encuentra en la cocina, pero sobre todo en los días previos a cada noviembre, un puente que la une con su pasado y su identidad. “Los migrantes traemos las tradiciones en el corazón, y cuando cocinamos, es como volver a casa en la mesa”.
El 2 de noviembre de 2025, Jackie invita a la comunidad guatemalteca a una actividad en la cual se elaborarán barriletes chapines, como parte del recuerdo de la conmemoración de esa fecha. Será en el restaurante Latin Patio, del también compatriota guatemalteco Pablo Pineda.
El fiambre guatemalteco no tiene fronteras pero sí historias de amor y sabor de identidad













