Tus oídos son parte importante del cuerpo, pero hay prácticas que los pueden dañar.
Nuestros oídos son órganos delicados y esenciales para nuestra vida diaria, pero muchas veces no les damos el cuidado que merecen. Peor aún, adoptamos costumbres aparentemente inofensivas que pueden causar desde irritaciones hasta pérdida auditiva permanente.
A continuación, te contamos qué no debes hacerle a tus oídos, aunque parezca algo habitual, y por qué estas prácticas deben evitarse.
1. Usar hisopos o cotonetes para limpiar el oído interno
Es uno de los errores más comunes. Aunque parezca higiénico, introducir hisopos puede empujar la cera más adentro del canal auditivo y dañar el tímpano.
Recomendación: Los oídos se limpian solos de forma natural. Solo limpia la parte externa con una toalla húmeda. Si sientes obstrucción o exceso de cera, lo mejor es consultar a un otorrinolaringólogo.
2. Escuchar música con volumen alto y por mucho tiempo
El uso prolongado de audífonos a volúmenes altos puede causar pérdida auditiva. El daño suele ser gradual y permanente.
Recomendación: Sigue la regla 60/60: volumen al 60% como máximo y no más de 60 minutos continuos. También es recomendable usar audífonos con cancelación de ruido para evitar subir el volumen en ambientes ruidosos.

3. Introducir objetos extraños para rascarse o “destapar” el oído
Palillos, clips, llaves u otros objetos punzantes nunca deben usarse en el oído. Aunque pueda aliviar una picazón momentánea, puede provocar lesiones graves e infecciones.
Dato importante: La picazón constante puede ser señal de una infección o alergia. Consulta a un médico si el malestar es recurrente.
4. Ignorar infecciones o dolor persistente
Muchas personas automedican dolores de oído con gotas caseras o antibióticos sin receta, lo cual puede empeorar el problema.
Recomendación: Si sientes dolor, zumbido constante, pérdida auditiva o secreción, no lo dejes pasar. Un diagnóstico oportuno puede evitar complicaciones mayores.
5. No proteger los oídos del agua contaminada
Bañarse en piscinas o ríos sin proteger los oídos puede provocar “otitis externa”, una infección causada por bacterias u hongos.
Recomendación: Usa tapones para nadar y seca bien los oídos después del baño. Evita introducir objetos para extraer el agua atrapada.

6. Reventar cambios de presión tapándose la nariz y soplando
Aunque muchos lo hacen durante vuelos o al bajar de una montaña, soplar con fuerza puede dañar el tímpano si no se hace correctamente.
Recomendación: Bostezar o masticar chicle ayuda a igualar la presión de manera más segura.
Los oídos no se ven, pero sí se sienten
El daño auditivo suele avanzar silenciosamente. Por eso, es clave prevenir con pequeños cambios en nuestras costumbres diarias. Evitar prácticas dañinas, hacerse chequeos periódicos y protegerse del ruido son pasos fundamentales para preservar una buena salud auditiva.
Escuchar bien es calidad de vida. Cuidar tus oídos hoy es invertir en tu bienestar de mañana.
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