Para simbolizar la total ruptura con el período conservador, que duró 30 años, el presidente Miguel García Granados adoptó una nueva bandera. Desechó la insignia que tenía rojo, amarillo, blanco y azul, para dejar sólo estos dos últimos. Fue así como el 17 de agosto de 1871 se decretó la creación de una nueva bandera nacional con dos colores: el azul y el blanco.
En aquella época era muy fuerte aún la producción del añil, un colorante azul fuerte. Por eso dicha tonalidad predominó en la bandera de Guatemala por casi un siglo.
No había una reglamentación, por lo cual había diversas tonalidades. A veces era intencional y en otros casos dependía del método de coloración, la cantidad de tinte y también el tiempo de uso de la insignia. También había diversas medidas de rectángulo para la bandera.