La dislalia infantil, la mala pronunciación de los niños, es un trastorno en la articulación de los fonemas.
Las dislalias y la tartamudez son trastornos del habla comunes en la infancia que pueden afectar la comunicación y el desarrollo social de los niños. Es fundamental reconocer estos problemas a tiempo y saber cómo abordarlos adecuadamente.
Se trata de una incapacidad para pronunciar correctamente ciertos fonemas o grupos de fonemas, bien por ausencia o alteración de algunos sonidos concretos.
El lenguaje de un niño dislálico muy afectado puede resultar ininteligible. Es el trastorno del lenguaje más común en los niños, el más conocido y más fácil de identificar; suele presentarse entre los tres y los cinco años.

Dislalias: dificultades en la pronunciación
La dislalia es un trastorno del habla caracterizado por la dificultad para articular correctamente ciertos sonidos o fonemas. Es frecuente en niños y niñas en edad preescolar y escolar, y suele corregirse con el tiempo y la intervención adecuada.
Las causas de la dislalia pueden variar, incluyendo factores funcionales, orgánicos o incluso auditivos. La detección temprana y el tratamiento logopédico son fundamentales para que este trastorno no provoque dificultades en el estado emocional ni en el aprendizaje lectoescritor del niño.
Tartamudez: interrupciones en la fluidez del habla
La tartamudez es un trastorno de la fluidez del habla que implica repeticiones, prolongaciones o bloqueos de sonidos, sílabas o palabras. Suele manifestarse entre los 2 y 5 años de edad, coincidiendo con el desarrollo del lenguaje. Aunque en muchos casos es transitoria, en otros puede persistir y requerir intervención.
Las causas exactas de la tartamudez no se conocen con precisión, pero se cree que pueden estar relacionadas con factores genéticos, neurológicos y del desarrollo. El estrés y la presión pueden empeorar el tartamudeo existente.

Qué hacer y qué no hacer
Para apoyar a un niño con dislalia o tartamudez, es importante seguir ciertas recomendaciones:
Qué hacer:
Según la pedagoga, Amalia Díaz, es mejor explicarle al niño que su forma de hablar en confusa, pero sin menospreciar al menor.
Qué no hacer:

Es crucial recordar que cada niño es único, y las estrategias que funcionan para uno pueden no ser efectivas para otro.
La intervención temprana y el apoyo constante son clave para superar las dificultades del habla y promover un desarrollo comunicativo saludable.
Conoce de otros temas, acá...
