Recetas guatemaltecas

Recetas chapinas: Revolcado guatemalteco siempre conquista paladares

El Revolcado guatemalteco es un platillo único del país, pero su sabor deslumbra.

Entre especias, tomate y vísceras, el revolcado sigue siendo uno de los platos más auténticos y apreciados de la cocina guatemalteca.
En el corazón de los mercados, en las cocinas familiares de los pueblos y ciudades, y hasta en los altares gastronómicos de los días festivos, el revolcado ocupa un lugar especial. Se trata de un platillo tradicional guatemalteco, preparado a base de cabeza de cerdo y sus vísceras, cocinado en una salsa espesa y bien condimentada, que despierta los sentidos desde el primer bocado.

¿Qué es el revolcado?

El revolcado es un guiso típico que se prepara con carne de cerdo —principalmente la cabeza, lengua, sesos, cachetes y otras vísceras— cocinadas en una salsa de tomate, chiles, cebolla, ajo y una mezcla de especias como pimienta, clavo, comino, laurel y orégano. El nombre “revolcado” proviene precisamente del proceso de cocción, donde todos los ingredientes se mezclan y “se revuelven” en la salsa.

Aunque puede parecer exótico para algunos, para los guatemaltecos es un símbolo de identidad culinaria y aprovechamiento completo del animal, una herencia de las cocinas ancestrales que no desperdiciaban nada.

El revolcado se acompaña de arroz blanco. (Foto: INGUAT) – SoyMigrante.com REVISTA
El revolcado se acompaña de arroz blanco. (Foto: INGUAT)

¿Cómo se come?

En Guatemala, el revolcado se sirve caliente, acompañado de arroz blanco, frijoles volteados y tortillas recién salidas del comal. También es común agregarle unas gotas de limón y chile al gusto para intensificar los sabores.

En muchas casas se sirve como un plato fuerte de domingo, en fiestas patronales o ferias, e incluso en algunos funerales y celebraciones religiosas. También es muy buscado en los comedores de los mercados, donde se ofrece como una delicia tradicional a precios accesibles.

¿A qué sabe el revolcado?

El sabor del revolcado es intenso y complejo. La salsa roja tiene una base de tomates rostizados que aportan dulzura y acidez, equilibrados con el picor suave del chile guaque o pasa. Las vísceras, bien cocidas y limpias, aportan texturas variadas: los cachetes son suaves, la lengua tiene una consistencia firme y los sesos son cremosos.

Es un sabor fuerte, pero profundamente sabroso. Quienes lo prueban por primera vez pueden quedar sorprendidos, y quienes lo conocen desde niños suelen describirlo como “comida de hogar”, “de campo”, o “de abuela”.

Más que un platillo, una tradición

El revolcado no solo es una comida, es parte del legado cultural guatemalteco. Prepararlo requiere tiempo, cuidado e ingredientes frescos, lo que lo convierte en una receta que se transmite de generación en generación. Cocinarlo en comunidad, limpiar la cabeza del cerdo, preparar la salsa y servirlo con orgullo, es parte de una tradición que habla de raíces, memoria y sabor.

En tiempos donde la cocina rápida gana espacio, el revolcado sigue resistiendo como un símbolo del buen comer chapín. Porque en cada cucharada hay historia, identidad y ese toque inconfundible de la cocina guatemalteca.

El revolcado es delicioso y se consume en celebraciones. (Foto: INGUAT) – SoyMigrante.com REVISTA
El revolcado es delicioso y se consume en celebraciones. (Foto: INGUAT)

Ingredientes (8 porciones)

Cabeza de cerdo 1 unidad pequeña (3–4 lb de carne utilizable) Pídela bien lavada y partida en 2 o 4 para que quepa en la olla
Hígado de cerdo 450 g (1 lb) Se puede sustituir parte por corazón o lengua
Tomate rojo maduro 1 kg (2.2 lb) Asados
Miltomate (tomate verde) 250 g (½ lb) Asados
Chile guaque seco 2 unidades sin semillas, asados
Chile pimiento rojo o verde 1 unidad grande Asado
Cebolla blanca 1 unidad grande partida a la mitad, asada
Ajo 3 dientes asados o dorados
Achiote en pasta o en grano 1 cdta colmada Disuelto en un poco de caldo
Maíz o tortillas de un día 3 tortillas Tostadas y molidas; espesan y dan sabor
Sal gruesa al gusto
Pimienta, comino y orégano½ cdta de cada uno
Agua suficiente para los hervores

Utensilios básicos
•Olla grande (10 l) con tapa
•Sartén o comal para asar
•Licuadora potente o molino manual
•Colador de metal de trama media
•Cuchillo bien afilado y tabla robusta
Paso a paso
1.Limpieza y primer hervor
•Enjuaga la cabeza bajo el chorro retirando restos de sangre y cerdas.
•Colócala en la olla, cúbrela con agua y añade 1 cda de sal. Lleva a hervor suave 10 min y desecha esa agua: esto quita impurezas.
•Cubre de nuevo con agua limpia, agrega sal y cocina tapado 2 h 30 min (fuego medio‑bajo) o hasta que la carne se desprenda del hueso.   
2.Cocción de vísceras
•En una olla aparte hierve el hígado (y corazón, si usas) con agua y sal 45–60 min, solo hasta que esté suave; reserva 2 tazas del caldo.
•Deja enfriar carnes y vísceras; retira huesos, cartílagos y piel gruesa. Pica todo en cubos de 1 cm.   
3.Asar el recado
•Sobre el comal dora tomates, miltomates, chile pimiento, chiles guaques, cebolla y ajo hasta que la piel se queme ligeramente.
•Licúa por tandas junto con las tortillas tostadas, especias y suficiente caldo (de cabeza o de vísceras) hasta lograr una salsa espesa y tersa.   
4.Freír y sazonar la salsa
•En la misma olla donde terminarás el guiso calienta 2 cdas de aceite o manteca.
•Vierte la salsa colándola; fríe 5 min moviendo hasta que cambie de un rojo claro a un rojizo profundo.
•Añade el achiote disuelto, rectifica sal y, si gustas, incorpora comino, pimienta o una hoja de laurel.   
5.Incorporar la carne
•Vierte los trozos de cabeza y vísceras. Si hiciera falta líquido, agrega más caldo hasta cubrir apenas.
•Cocina a fuego muy bajo 25–30 min para que la carne absorba el recado y el guiso espese. Debe quedar untuoso, no caldoso.
6.Reposo (el secreto)
•Apaga el fuego y deja reposar tapado 15 min antes de servir; así los sabores se redondean.
 
Cómo servir
•Clásico: cuenco de revolcado acompañado con arroz blanco graneado y tortillas.
•En fiesta: puede ir sobre tamalitos de masa, con rábanos y aguacate.
•Para el recalentado: al día siguiente se intensifica el sabor; solo agrega un chorrito de caldo o agua para aflojar la salsa.
 
Consejos finales
•Tiempo y paciencia: si dispones de olla de presión, la cabeza queda lista en 50–60 min; reduce sal al principio para evitar sobre‑sazonar.
•Textura: si no tienes tortillas, usa 2 cucharadas de harina de maíz disueltas en caldo frío, pero el sabor no es idéntico.
•Picor: para más intensidad sustituye uno de los chiles guaques por chile pasa o chile cascabel.
•Congelación: aguanta sin problemas 3 meses en porciones bien selladas.

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Marysabel Aldana Periodista, SoyMigrante.com REVISTA
Periodista guatemalteca con experiencia en periodismo escrito, digital y televisivo. Ha cubierto temas de política, actualidad nacional e internacional, artes, cultura y salud.
Periodista guatemalteca con experiencia en periodismo escrito, digital y televisivo. Ha cubierto temas de política, actualidad nacional e internacional, artes, cultura y salud.