Rey García-Salas, capitán en el ejército de Canadá, de origen guatemalteco, investigó sobre compatriotas que han integrado dichas fuerzas armadas y por eso se rendirá un homenaje póstumo el 19 de octubre de 2025.
El capitán Rey García-Salas, originario de Guatemala e integrante de las Fuerzas Armadas de Canadá, se propuso rescatar del olvido una historia que casi nadie conocía: la de los latinoamericanos que sirvieron en el ejército canadiense durante las guerras mundiales.
Su investigación, que ya lleva más de una década, ha revelado que al menos 200 hombres de origen latinoamericano —entre ellos cuatro guatemaltecos— participaron en los frentes de batalla de Europa, África y el Pacífico, incluso durante la I y II Guerra Mundiales, bajo la bandera de Canadá.
“Guatemaltecos y latinoamericanos se ofrecieron voluntariamente, movidos por la generosidad, la valentía y el deseo de defender los ideales de libertad, no solo de Canadá, sino del mundo entero”, explica el capitán García-Salas, quien agrega que la inclusión y la diversidad del ejército canadiense no son un fenómeno reciente, sino que comenzaron hace más de un siglo, cuando se aceptó a hispanoamericanos en la Primera Guerra Mundial.
Ya se han efectuado ceremonias en honor a soldados de otras naciones latinoamericanas. Es el turno de los connacionales. El homenaje póstumo a soldados guatemalteco-canadienses será el 19 de octubre de 2025 en el Cementerio Militar Nacional de Ottawa, la capital de Canadá. Habrá representación de la Embajada de Guatemala.
Mario Alfredo Fernández de León (1917-1944) murió en combate aéreo
Nacido en Ciudad de Guatemala en 1917, Mario Alfredo Fernández de León fue uno de los primeros guatemaltecos en enrolarse en la Real Fuerza Aérea Canadiense (RCAF). Se unió al ejército en Vancouver en 1941, a los 24 años, y destacó por su dominio del inglés y el español, lo que le permitió servir como intérprete antes de ser asignado como aviador.
El 25 de mayo de 1944, su avión fue derribado durante una misión sobre Aquisgrán, Alemania. Tenía 27 años. Por su servicio recibió póstumamente las medallas 1939-45 Star, Air Crew Europe Star, Defence Medal, General Service Medal y la Canadian Volunteer Service Medal, además de las alas operativas de la RCAF. Su nombre figura en el Canadian Virtual War Memorial.
John Gordon Smith (1917-2003) efectuó 25 misiones y fue prisionero de los nazis
Hijo de una familia cafetalera, John Gordon Smith nació en Inglaterra en 1917, pero creció en Guatemala. A inicios de la Segunda Guerra Mundial viajó desde su finca de café en la costa del Pacífico guatemalteco hacia Nueva York, junto con sus amigos Denis Koester y Robert Hempstead, para ofrecerse como voluntario.
Al no poder ingresar de inmediato en la Real Fuerza Aérea Británica, se alistó en la Real Fuerza Aérea Canadiense. Comandó un bombardero Stirling y voló 25 misiones de combate sobre Alemania. En septiembre de 1942, su avión fue derribado sobre Holanda y pasó el resto de la guerra como prisionero en el campo Stalag Luft III, el mismo de la célebre “Gran Evasión”.
Tras su liberación, Smith regresó a Guatemala, donde impulsó proyectos agrícolas y fundó la organización de salud rural Agrosalud. Murió en 2003, dejando un legado de servicio tanto en el aire como en su país natal.
George Dennis Scott Koester, navegante aéreo (1913-)
Nacido en Guatemala en 1913, George Denis Scott Koester se unió al ejército canadiense en 1940 y fue asignado como navegante en los escuadrones 109 y 105 de la Real Fuerza Aérea Británica, unidades de élite especializadas en misiones secretas con el sistema de precisión Oboe, usado para guiar bombardeos nocturnos.
Koester participó en decenas de operaciones sobre Europa y fue reconocido por su pericia y precisión en vuelo. En 1943 recibió la Distinguished Flying Cross, y en 1944 la Distinguished Service Order, una de las más altas distinciones otorgadas a oficiales aliados. Los reportes militares lo describen como “un aviador de gran coraje, disciplina y determinación, cuyo desempeño fue decisivo en el éxito de numerosas misiones”.
Koester sobrevivió a la guerra y fue repatriado a Canadá en 1945. En Senahú Alta Verapaz hay una escuela que lleva su nombre.
Robert Theodore Hempstead piloteó bombarderos y murió en Egipto
Nacido en Cobán, Alta Verapaz, el 25 de mayo de 1912, Robert Theodore Hempstead provenía de una familia pionera en la caficultura guatemalteca. Tras estudiar en Estados Unidos, regresó al país para administrar las fincas familiares. Al estallar la guerra, viajó junto a sus amigos Smith y Koester a ofrecerse como voluntario en el consulado británico de Nueva York, pero finalmente fue aceptado en Canadá.
En 1942 fue asignado al legendario Escuadrón 92 (East India) de la Real Fuerza Aérea, que combatió en Egipto. Allí, pilotó Spitfires y Hurricanes durante la campaña del Norte de África. Su escuadrón participó en la Batalla de Alam el Halfa y en la defensa de El Alamein, que marcó el inicio del fin del avance nazi en África.
El 19 de octubre de 1942, Hempstead murió trágicamente en una colisión aérea durante una misión. Tenía 30 años. Sus restos descansan en el Cementerio de Guerra de El Alamein, Egipto.
Convicción de Rey García-Salas por resaltar el aporte guatemalteco y latinoamericano en Canadá
Para el capitán Rey García-Salas, reconocer la historia de estos soldados guatemaltecos y latinoamericanos es un acto de justicia histórica. Para ello se integró un comité latinoamericano que impulsa la dignificación e investigación histórica sobre sus aportes.
“Muchos de ellos compartían raíces, cultura e incluso vínculos con los pueblos originarios del continente. Su sacrificio nos recuerda que la libertad que hoy disfrutamos se forjó con sangre de muchos orígenes”, afirma.
Su investigación, durante más de 9 años, busca integrar estos nombres en los archivos oficiales del ejército canadiense y, sobre todo, en la memoria colectiva de América Latina. “Son héroes invisibles —dice—. Y es hora de que sus historias vuelen de nuevo.”
Talento guatemalteco sin fronteras













