Prestige se llama la barbería atendida por los hermanos Marcos y Henry, en Maryland. Pero llegar a desempeñar este oficio en Estados Unidos no fue fácil, ni barato, ni rápido: pero ahí está la lección de perseverancia por un gran sueño. Esta es la historia.
Cuando era niño, Marcos Pérez ayudaba a su papá, quien atendía su barbería en Olintepeque, Quetzaltenango, Guatemala. Pero el padre falleció cuando Marcos tenía 14 años y aquel joven se tuvo que quedar a cargo del negocio. Tuvo que aplicar a temprana edad las enseñanzas, porque sobre sus espaldas -sus peines, sus tijeras, sus navajas y máquinas cortadoras de cabello- recayó el sostenimiento de su mamá y hermanos. Pero la necesidad era grande y el ingreso, limitado. Así que migró a Estados Unidos en busca de oportunidades.
“Mi hermano nos dio la oportunidad, luchó por nosotros”, confirma Henry, tres años menor, a quien Marcos capacitó para que atendiera junto a él la barbería Prestige, fundada este 2023 en un centro comercial de Hyattsville, Maryland. Pero el proyecto no fue fácil, ni rápido. Esta es la historia.

Acarreando ladrillos y otros duros trabajos
Marcos Pérez cuenta acerca de sus primeros días como migrante en Estados Unidos. Como a muchos migrantes, le tocó efectuar duras labores antes de poder llegar a su sueño: “La persona que me recibió en Maryland me dijo: vamos a la parada (esquina en donde se reúnen migrantes para esperar a que los contraten para cualquier trabajo). Nos fuimos y nos pasaron trayendo para una obra de construcción”.
“Había que instalar ladrillos en un noveno piso. Pero yo no sabía aún ese oficio. Como no había elevadores, mi trabajo era agarrar unas cubetas, poner unos 10 a 20 ladrillos, lo que aguantara de peso, y subirlas, por las gradas, hasta el noveno piso”.
“Así trabaje varios días. Después trabajé en demolición, en instalación de asbesto, limpiando moho, removiendo plomo, haciendo instalaciones de electricidad, aprendí carpintería porque me juntaba con los ‘handyman’, esos muchachos que arreglan de todo”.

Prestige nació de un nacimiento (¿Cómo así?)
Marcos encontró trabajo en algunas barberías y realmente no pensaba quedarse en Estados Unidos. En 2022 planeó regresar a Olintepeque para instalar una barbería en su pueblo. Compró equipo y se disponía a enviarlo cuando recibió una noticia de su novia: iba a ser papá.
“Automáticamente todo eso cambió mi panorama. Iba a nacer mi hijo. Ya no mandé el equipo a Guatemala. Decidí empezar a buscar un local y poner mi propia barbería. La verdad ees que desde que yo llegué tenía mente emprendedora y poco a poco me dí cuenta que no hay limitaciones en lo que uno quiere lograr. solo depende de uno”.
Su hijo nació y con él también el emprendimiento con el que retornó a su oficio. En Prestige trabajan Marcos y Henry, pero también han contratado a varios barberos de diversas nacionalidades debido a la demanda. Recientemente atendieron al estilista de las celebridades, el también migrante guatemalteco Sergio Fernando Arévalo, quien les elogió y animó a continuar.









En la hermandad está la fortaleza
Henry Pérez llegó a Estados Unidos cuando Marcos ya trabajaba en barberías. Fue su maestro y mentor que le puso al día de nuevas técnicas y estilos.
“Reconozco que a mí no me tocó hacer todos los oficios que hizo mi hermano. Yo llegué a ser barbero. Descubrí que aquí los cortes son totalmente diferentes, todo está mas actualizado, hay más herramientas, inalámbricas, los clientes llegan por cita. Aquí se hacen cortes libres, con figuritas, pero eso nos obliga a actualizarnos más. Además aquí un barbero trabaja la farmacología, colorimetría, visagismo”.
La fortaleza de Marcos y Henry es su hermandad, su espíritu de avance y el servicio que prestan a cada cliente en su local. Además anhelan poder compartir sus aprendizajes con barberos en Guatemala, por ello en 2020 organizaron el primer festival Utz Barber (Buen Barbero) en Olintepeque y planean efectuar otros, para promover la innovación y la profesionalización constante.
Pagando tres meses de renta sin poder abrir....
“Instalar la barbería se complicó bastante. Se nos dió la oportunidad de agarrar un local.Pero uno no tiene la experiencia, no tiene idea de las reglas, de las inspecciones. Se necesitan cuatro permisos. Para tener una barbería ud no necesita una licencia, pero sí otras autorizaciones e inspecciones. Y quien atienda como barbero también necesita una licencia.”, cuenta Marcos.
La barbería Prestige abrió finalmente en marzo de 2023. Los hermanos Pérez tuvieron que pagar tres meses de renta, desde diciembre de 2022, sin abrir el local. “Fue un error de contrato y por no calcular bien el tiempo de los trámites pendientes. Por ejemplo, un error en el número de ubicación nos obligó a hacer otra vez una solucitud de permiso que tardó dos meses. Pero aprendimos y ahora estamos trabajando”.
La nueva meta de los hermanos Marcos y Henry es abrir otra barbería en alguna ciudad del área de Washington. En Olintepeque, Guatemala impulsan la formación de barberos con apoyo de su hermana Ericka, para generar oportunidades de trabajo y para honrar el legado de su padre.

Llegada a Prestige desde el parqueo
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