Empresaria y madre migrante guatemalteca en Nueva York transforma el dolor de la distancia en un libro de sanación y esperanza: Cuando el corazón no emigra.
“Este libro no era para publicarse”, confiesa Eugenia Zacarías, madre, migrante, emprendedora guatemalteca radicada en Nueva York desde hace trece años. “Mi idea inicial era hacer tres libros, como tres cartas, porque tengo tres hijos. Quería dejar plasmado lo que muchas veces no pude expresar o decirles, a cada uno”. Pero en el camino, la editora del libro le dijo que era un solo libro y que podría ser de mucha inspiración para muchas personas. Y ya lo es.
Así nació El corazón no emigra, una obra que, sin proponérselo, se convirtió en un testimonio de miles de madres migrantes que se ven en la necesidad de dejar a uno o más hijos en su país, pero cuyo corazón se queda con ellos, siempre.
Eugenia, quien vivió en el barrio de la Parroquia Vieja, de la zona 6 de la Ciudad de Guatemala, relata que toda su familia ha vivido allí. Estaba casada y tenía tres hijos. Sin embargo, el padre de sus hijas falleció. “Ante la necesidad económica y la falta de recursos, fue donde opté por venirme a Estados Unidos”, relata. Una decisión difícil.
Éxito impulsado por el amor maternal
Llegó a Nueva York en busca de oportunidades echó raíces en el emprendimiento. “Vine en junio y en septiembre ya habíamos abierto un car wash a mano. Trabajamos todo a mano y durante la pandemia tuvimos que reinventarnos. Ahora también tenemos cuatro móviles que van a las casas, además de los lavados presenciales”, relata. Actualmente Elder’s Auto Spa ofrece servicio de excelencia y ha recibido reconocimientos.
Eugenia Zacarías dio continuidad a su aprendizaje en emprendimiento, administración y liderazgo, además de participar en actividades de la comunidad guatemalteca en NY, sobre todo a través de la organización Migrantes por Guatemala.
Sin embargo su historia más protagónica no se cuenta con títulos o logros, sino con sentimientos. “El reto mayor fue dejar a dos de mis hijos. Aunque estaban pequeños, hubo una conversación para explicar la necesidad de migrar. Mi hija más pequeña se vino conmigo. No porque hubiera favoritismo ni nada de eso, sino por su edad. Mis hijos que se quedaron sufrieron por mi ausencia y mi hija que vino conmigo, también, por las tensiones que viví”.
Durante años, la distancia fue una herida abierta. “En ningún momento yo los abandoné. En mi mente y corazón yo estaba 90% en Guatemala y 10% acá. Estaba atenta de agendas, pagos, de que estuvieran bien, trabajo, atención a clientes, porque no había otra opción. Había que sacar el barco adelante y sacar tres hijos (un varón y dos mujeres) adelante”.
Una carta que refleja a muchas madres e hijos
El impulso de escribir surgió en un momento inesperado. “Tuve un accidente, me quebré un tobillo y estaba inmóvil. No podía trabajar y me mantenía pensando en el pasado. Mi hijo mayor, desde Guatemala, me dio un consejo: ‘Desahógese y escriba para que saque eso’.
Y empecé a escribir. Ese día dije: hoy es el momento de dejar por escrito lo que muchas veces como madre no me escuchan, lo que he tenido que pasar en este país, lo que he tenido que aguantar y muchas veces solo sonreír para decir que todo está bien”.
Cuando su editora leyó las páginas, la convenció de que su historia debía compartirse: “Me dijo: te identificas con tanta mujer, con tanto hijo, con tanta madre… esto debería ser un libro para el público. Y de cinco capítulos se convirtió en 17, llenos de ternura, lágrimas, dolor pero sobre todo un inmenso amor maternal”. El 7 de octubre fue presentado el libro en el Consulado de Guatemala en New York.
Hay que romper el silencio y unir manos
Eugenia Zacarías confiesa que publicar toda aquella verdad la dejó vulnerable: “De pronto, ya cerca de la presentación, agarró el pánico, me sentí desnuda, expuesta. Porque en nuestras familias hispanas a veces todo es muy hermético. Pero fue liberador y cada vez hay más comentarios que me dicen: eso me pasó a mí, me ayudó, pensé que solo yo sentía eso… y más cosas así”.
En Cuando el corazón no emigra, Eugenia entrelaza dolor, reflexión y esperanza. “El libro no es solo para madres, también es para hijos. Porque hay hijos que deben salir de su casa para ayudar a sus padres. La persona migrante no se va por abandonar, se va para sacar adelante a los que se quedan, sacrificando sus propios sueños”.
El libro, cuyo lanzamiento se efectuó en el Consulado de Guatemala en Nueva York, incluye ejercicios y espacios de escritura personal: “Tiene partes interactivas, donde uno puede escribir, expresar cómo se siente, reflexionar, sanar. Si una persona sana algo con este libro, yo estaré satisfecha. Y si mis hijos sanan con esta expresión, estoy bendecida”.
Única guatemalteca en Global Minds 2025
El mensaje final de Eugenia Zacarías final es profundo y universal: “Uno como cuerpo puede emigrar a donde quiera, pero el corazón siempre lo va a tener anclado en algún sitio, en algún lugar”.
Este 24 y 25 de octubre Eugenia Zacarías presentará su libro en Global Minds New York 2025, evento internacional que reúne a autores de todo el mundo. “Soy la única guatemalteca invitada y eso es un gran orgullo para mí”, dice emocionada. Y agrega con voz entrecortada: “Mi gran sueño es que terminen de salir mis papeles, para ir y abrazar a mis hijos. Reencontrarme con ellos. Es ese sueño con lo que me levanto y con lo que me acuesto”.
En su historia, el amor maternal y la resiliencia migrante se funden. Porque, como escribió y ahora comparte con el mundo, el corazón no emigra: se queda latiendo donde empezó a amar.
Más guatemaltecas de excelencia













