“Mi vida ha sido migrante casi desde que nací”, dice el guatemalteco Domingo Lemus, cuyo rostro se hizo icónico por la película "Puro Mula", de 2011, pero cuyo talento musical, creativo y fílmico crece en EE.UU al trabajar en producciones de cine y TV.
En cada llegada o salida de Guatemala, vibran emociones en la mente y el corazón del cineasta, compositor, promotor cultural y migrante Domingo Lemus, actualmente radicado en Nueva York- Allí trabaja en algunas producciones televisivas, presenta conciertos y también impulsa iniciativas culturales en Guatemala.
«Mientras el avión sobrevuela la ciudad, veo las callecitas y lucecitas amarillas, y me entra una nostalgia de vida, en la que está acumulada la niñez, los barrios donde crecí y jugué; la comida, la familia, esa emoción indescriptible que te toca el alma”, expresa en esta entrevista en la cual habla de sus proyectos, vivencias y también del polémico pero inolvidable personaje de Joel, con el cual se dio a conocer en la cinta «Puro Mula», de 2011.
¿En qué momento Domingo Lemus se hace migrante?
Casi desde que nací. A los 8 meses con mi familia nos vamos a Canadá. Estuvimos allá 5 años, por la situación de violencia del país. Irónicamente ahora está bastante similar esa situación. Al regresar a la ciudad vivimos en la zona 19, zona 7, zona 11, Antigua Guatemala.
0espués viví en Panajachel. Estudié cine en Cuba, 3 años (de 2006 a 2009), una temporada en Panamá, después pasé otra en Costa Rica. Y de alguna forma creo que todos somos migrantes. Y hasta podría decir que uno no termina de ser guatemalteco hasta que no es migrante y hasta que no te das cuenta de lo que es llevar la patria en los zapatos: es otra manera de entender nuestra identidad, nuestra nacionalidad.
¿Cómo ha sido la vida en Nueva York?
Llevo poco más de dos años y medio. Llegué con una visa de artista. La verdad es que también vine por amor, siguiendo a la mujer que amo. Pero claro hay una vida real, un nuevo comienzo y hay que buscar la oportunidad.
¿Qué ha sido lo más desafiante?
Acá (en Estados Unidos) todos tenemos que pagar derecho de piso. La cultura de EE.UU. es una meritocracia: no importa lo que había o eras afuera, aquí te toca empezar de abajo y de cero.
Y debo decir que me doy cuenta de que muchos guatemaltecos empiezan en otras condiciones mucho más difíciles de las que yo tuve. Eso es admirable.
¿Podrías recordar cómo fueron tus primeros días como migrante en Nueva York?
He tenido muchísimo apoyo, pero cuando ya está viviendo acá te das cuenta que el dinero que uno va haciendo se va en renta y gastos. Tampoco es como que te llueven las oportunidades. Y sí las hay, pero este es un país de mucho trabajo. Yo soy cineasta y la gente me identifica por mi trabajo como actor, pero yo lo que estudié fue edición. Aquí meha tocado trabajar mucho en asistencia de producción, que no es algo muy alto en la escala jerárquica Me ha tocado acarrear cosas, instalar un cable, lo que sea.
¿Qué ha significado la música en esta etapa?
Es una especie de espacio bendito, porque eimpre me saca a flore. Ha sido un soporte porque siempre me saca a flote. La comunidad migrante de Guatemala me ha dado la oportunidad de presentarme en muchos lugares. Si no tuviera ese apoyo, el camino musical sería mucho más empedrado. Toco con una banda acá en Nueva York y allí hay músicos de Colombia, de Argentina; con guatemaltecos ha costado sobre todo por las distancias. Toco guitarra, charango y armónica.
¿Cómo es la sensación de estar ante un público de compatriotas?
Eso es súper especial porque te inyectan de vida. Exaltamos ese imaginario que llevamos en el corazón: compartimos un origen, nuestras tradiciones, nuestras comidas, nuestras tristezas. Cuando estás tocando en un escenario y decís ¿Dónde están los guatemaltecos? Y se oye ese rugido, es algo fantástico: un momento de fraternidad.
Estando en Guatemala alguien es de Todos Santos o de Santiago Atitlán, de la zona 7, la zona 14, la zona 5, pero aquí en Estados Unidos ya no importa de dónde sos; acá si sos guatemalteco ya sos hermano. Acá todos somos migrantes, tratando de salir adelante, tratando de mejorar nuestras condiciones y eso se nota cuando nos echamos la mano, cuando platicamos.
¿Cómo va el trabajo fílmico?
Me está ayudando muchísmo haber venido para subir el nivel. Tuve la oportunidad de trabajar en proyectos grandes, trabajé en la serie de HBO que se llama 30 monedas del director Alex de la Iglesia, que soy muy fan de su trabajo. Trabajar en esta producción me abrió mucho el espectro de cómo realizar cine.
Actualmente estoy trabajando en History Channel, en una producción que se llama The foods that build america (Gigantes de la comida) Y es un master class, porque trabajamos en varios sets al mismo tiempo, con más de 100 actores, escenas de diferentes épocas, 1850, 1920, 1960, 1980. Con un alto nivel de producción. Pero el equipo técnico no es tan grande. Hay un nivel de compromiso que te hace darte cuenta de de cómo se puede producir trabajos con tanta calidad.
Finalmente... ¿qué ha significado el personaje Joel, de la película Puro Mula en tu carrera?
Joel ha sido como una vida paralela. Se volvió un ícono fuerte dentro de la cultura guatemalteca. Ha cobrado vida propia, se salió de la película, se ha vuelto un meme, un antihéroe. Creo que la película Puro Mula de alguna manera logró sintetizar tantos códigos de nuestra cultura. Joel es una persona que existe y hay muchos como él. Joel, es una persona que existe en la en la sociedad, o sea, conocemos a muchos como Joel.
¿No te ha pesado mucho ese personaje, que no te digan domingo sino Joel?
O que me digan Puro Mula decís vos. (risas). Yo pasé mucho tiempo tratando de distanciarme del personaje, porque tengo muchas otras características, como mi faceta musical o mis proyectos de cine. O hay gente que se decepciona al ver que yo no soy como Joel. Pero sí es un personaje valioso que me dio mucho.