El médico Stricker llama a la calma, a ponerse en manos de un especialista en caso de tener várices. Y si se menciona la palabra cirugía, no hay por qué asustarse. “La cirugía ya no se hace antes. Hace tres décadas sacabamos la vena, se hacían necesario hacer cortes. Pero en la actualidad ya no. Nos metemos con un láser finísimo adentro de la vena, la secamos y se queda dentro del cuerpo, porque el mismo cuerpo la absorbe. Le llamamos ablación térmica y la persona queda bien para recuperar su vida normal en pocos días”.
Antes de que se agrave
“Los migrantes guatemaltecos que trabajan en tantos oficios que requieren estar de pie pueden averiguar si alguno de sus padres tiene venas várices. En caso de ser así, tienen riesgo de padecerlas Si a eso se suma que trabajan en oficios como mantenimiento, limpieza, cocinas de restaurantes, meseros, el riesgo se incrementa”, explica Stricker.
Si comienzan algunos síntomas, recomienda conseguir medias de compresión.
“En Estados Unidos hay medias de compresión en centros llamados “médical stocking”. Se puede usar la medida más suave 15-20 como prevención. Es la más suave para trabajar. No son tan caras, pero pueden mejorar su vida, al menos en lo que se ponen en manos de un especialista”.
La recomendación del médico es buscar ayuda cuando empieza la inflamación y el dolor de piernas. “Puede no ser venoso sino arterial, pero eso es otro tratamiento. También hay factores nerviosos, pero eso solo un médico lo puede evaluar.
El jueves anterior a esta entrevista que ocurrió un martes, el doctor Stricker operó a una paciente migrante guatemalteca que viajó desde Florida y el lunes a una persona que llegó de Los Angeles. Finalmente recomienda tratar de cuidar la nutrición, porque el sobrepeso puede acelerar el avance de una enfermedad venosa.
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