La salud dental suele ser descuidada o incluso abandonada por migrantes guatemaltecos e hispanos por falta de tiempo, recursos económicos o acceso a tratamientos; sin embargo a la hora de una emergencia igual la deben atender.
Las prisas diarias conllevan falta de tiempo para los migrantes guatemaltecos. La falta de recursos obliga a relegar ciertos gastos en las familias migrantes. Una situación migratoria irregular genera temor a acudir en busca de ayuda.
Estos tres factores se conjugan para crear un problema que tarde o temprano duele y duele mucho, momento en el cual igual debe atenderse y sale más caro: los problemas dentales, que en la población de migrantes hispanos suele tener gran incidencia debido a que se dejan al tiempo como si no fuera una necesidad. Pero sin duda alguna, lo es.
Migrantes hispanos descuidan su boca
La población hispana es el grupo étnico no mayoritario más grande (18,5 %) y de más rápido crecimiento en los Estados Unidos. Más de la mitad de los hispanos no nació en EE.UU. y muchos acarrean problemas de legalización, con lo cual el cuidado dental suele quedar relegado por falta de dinero, de tiempo o temor a acudir a un centro de atención.
Sin embargo, según un estudio publicado en 2022 por el Journal of Public Health Dentistry (Revista de Salud Pública Dental) señala que una de las mayores causas de daño dental agravado es la poca importancia que se le da al cuidado preventivo, quizá por falta de información, temores infundados y por supuesto bajos ingresos económicos.
Cifras llaman a actuar preventivamente
Aproximadamente el 40 % de los adultos hispanos en los EE. UU. viven en estados donde la atención dental, incluida la atención de emergencia, no está cubierta por los beneficios dentales para adultos de Medicaid. Es así como los adultos hispanos tienen una mayor prevalencia de enfermedades orales que los blancos no hispanos.
Datos de la Encuesta Nacional de Salud muestran que los adultos latinos en EE.UU. de 30 años o más tenían la prevalencia más alta de enfermedad periodontal (encías) entre todos los grupos raciales o étnicos.
Los niños hispanos en los EE. UU. también enfrentan importantes disparidades en la salud oral. La prevalencia de caries dental es más alta entre los jóvenes hispanos de 2 a 19 años (52 %) en comparación con los jóvenes afroamericanos no hispanos (44,3 %), asiáticos (42,6 %) y anglos (39 %).
En 2017, el 7,2 % de los dientes de los niños hispanos (de 1 a 17 años de edad) se caracterizaron como “regulares o malos” en comparación con el 4,2 % entre los no hispanos.
Barrera idiomática afecta los dientes
oEl uso limitado o nulo de inglés crea una barrera lingüísitica que a menudo dificulta buscar atención médica o cobertura de seguros de salud de EE. UU., según detalla el estudio de National Health Dentistry.
Los hispanos pueden sentirse más cómodos yendo a un dentista que hable español, sin embargo los dentistas hispanos representan solo el 5.6 % de los dentistas activos en los EE. UU.
Sabrir la profesión dental de los EE. UU. a más dentistas hispanos capacitados en el extranjero podría brindar varias ventajas, incluido el aumento de la diversidad de dentistas en los EE. UU. y la ampliación del acceso a las comunidades minoritarias y subrepresentadas. Sin embargo, muchos estados han eliminado gradualmente las vías de obtención de licencias para dentistas formados en el extranjero, detalla el informe.
Otro estudio mostró que en los hogares en Estados Unidos donde el español era el idioma principal, la probabilidad de caries dental era del 70 % en comparación con el 47 % en los hogares principalmente de habla inglesa. En otras palabras: aprender inglés no solo tiene implicaciones laborales y sociales, también en la salud de todo tipo, en este caso la bucal.
