El uso de la tecnología y el tiempo de la pantalla, está en el ojo del huracán, por el uso excesivo de estas, pero con estas recomendaciones puedes poner un alto.
En un mundo cada vez más digital, los niños y adolescentes pasan una cantidad considerable de horas frente a una pantalla. Sin embargo, expertos en desarrollo infantil y bienestar familiar coinciden en que el problema no está en la tecnología en sí, sino en cómo se usa. Es ahí donde surge el concepto de tiempo de pantalla consciente, una práctica que promueve el uso intencional, equilibrado y de calidad de los dispositivos electrónicos.
Más que prohibir, se trata de acompañar. Ver juntos un programa educativo, jugar en familia con aplicaciones interactivas o realizar videollamadas con abuelos que viven lejos, son ejemplos de cómo la tecnología puede convertirse en una aliada para el aprendizaje, la conexión emocional y la diversión responsable.
“La clave está en la participación activa de los padres y en elegir contenidos que estimulen la curiosidad, la creatividad y el pensamiento crítico”, explica la psicóloga infantil, Laura González. También destaca que los momentos compartidos frente a una pantalla pueden ser tan valiosos como una lectura conjunta o una caminata al aire libre, si se eligen bien los recursos digitales.
Juegos para aprender
Plataformas como PBS Kids, Khan Academy Kids o juegos como Minecraft Education han sido diseñadas para promover el aprendizaje y la colaboración. Además, muchas familias han empezado a establecer “rutinas digitales” que incluyen horarios definidos para el uso de pantallas, descansos visuales y actividades fuera del entorno virtual.
La pandemia aceleró el contacto cotidiano con la tecnología, pero también mostró que las pantallas pueden ser espacios de encuentro si se manejan con equilibrio. “Jugar videojuegos no es malo si se hace en conjunto, conversando y estableciendo límites claros”, comenta Ricardo Méndez, padre de dos niños y promotor del uso saludable de la tecnología en su comunidad.
Tiempo en pantalla
El enfoque del tiempo de pantalla consciente no se basa en el miedo ni en la restricción absoluta, sino en educar sobre el uso saludable, enriquecedor y conectado con la vida real. Porque en la era digital, más importante que apagar la pantalla, es aprender a encenderla con propósito.
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