Raúl Monterroso, migrante guatemalteco originario de Jalapa, llegó a Estados Unidos hace 28 años. Es constructor y artista. El 17 y 18 de junio, presentará una maqueta del templo I de Tikal en la II Feria Cultural Guatemalteca, en Los Angeles, California
El migrante guatemalteco Raúl Monterroso recuerda haber crecido enmedio de incontables carencias en la aldea Las Brisas, en las montañas de Mataquescuintla, Jalapa, donde nació y creció. De niño siempre quiso ser artista, pero a veces no había ni para crayones y en su escuela tampoco existían muchos materiales didácticos. Llegó a los Estados Unidos hace casi tres décadas. Se radicó en Los Angeles California en donde se dedica a la construcción.
Es un guatemalteco creativo y proactivo. Cultiva las artes visuales pero además se ha enfocado en su promoción, en escuelas de Guatemala, a través de la donación de pinturas, papel especial y cuadernos de dibujo, además de proveer clases de arte, las cuales tuvo que suspender tras la pandemia.
Su arte no se detiene: actualmente da los últimos detalles a una maqueta del Templo I de Tikal, todo un ícono de Guatemala ante el mundo, el cual también es conocido como el Gran Jaguar.
«Nuestra niñez y juventud fue difícil. Nos llevó a migrar a Estados Unidos. Al llegar desempeñé varios trabajos, como todo mundo. Lavando platos, haciendo limpieza, pero muy pronto encontré el trabajo de construcción: primero como ayudante, pero luego fui aprendiendo técnicas, uso de herramientas y hoy podemos construir desde un cuarto hasta una casa completa, sobre planos autorizados, porque aquí en Estados Unidos, todo se hace con aprobación del gobierno, si no le caen multas y sanciones», relata Monterroso, quien está dándole los últimos toques a la maqueta del templo I de Tikal.
«Decidí hacer esta maqueta para la Feria Cultural Guatemaltec de Los Angeles, el 17 y 18 de junio de 2023, porque es un símbolo inconfundible de Guatemala. Quiero que los guatemaltecos nos sintamos orgullosos de nuestra riqueza, que sus hijos también conozcan esta riqueza, se tomen fotos y se identifiquen con nuestros valores», explica.
Comenzó su elaboración hace más de cuatro meses; la estructura es de madera, pero prácticamente no se nota debido a que creó una textura de piedra mediante pinturas, selladores e impermeabilizantes de construcción, los cuales combinó para dar la impresión de antigüedad.
Ideales que regresan hasta su tierra
Por su cuenta, con sus recursos, sin presumir, Raúl ayuda a varias escuelas, una de ellas en su natal Mataquescuintla. «Da pena decirlo, pero cuando yo iba a la escuela estaba toda descuidada y sin recursos. Han pasado cuatro décadas y sigue casi igual. Los gobiernos no le ponen importancia a la Educación. A esa escuelita solo le han agregado cuatro aulas, pero sin equipamiento», expone con desencanto. Pero no se queda allí.
Junto con algunos migrantes envían útiles escolares y zapatos para escuelas de varios departamentos. «Los ciudadanos tenemos que hacernos cargo de lo que otros no cumplen. Es su obligación, pero también es nuestra, porque la vida nos ha dado recursos, nos ha permitido superarnos y nosotros debemos devolver el favor», explica.
«A veces me han dicho que estoy loco por estarme preocupando por esas situaciones que están allá en Guatemala, pero siento que es mi deber contribuir. Quien me quiera apoyar, bienvenido. Y son muchos los migrantes, pero también las personas allá en Guatemala que se han sumado a brindar las clases de arte, a repartir víveres».
Monterroso está convencido de que si más guatemaltecos, dentro o fuera del país, se unen para apoyar la educación, a las comunidades, mucho puede cambiar. «Quienes hemos sido bendecidos con un trabajo y también con habilidades como las que yo tengo, tenemos un compromiso de aportar a la mejora de quienes tienen mucho menos o nada», reafirma.
El próximo 17 y 18 de junio se efectuará la II Feria Cultural Guatemalteca, en Lafayette Park y 6th. Street de Los Angeles. Un evento impulsado por la Asociacion de Migrantes Guatemaltecos L.A.