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Las posadas navideñas guatemaltecas son un símbolo migrante de esperanza

Las posadas navideñas son infancia y memoria, tradición y símbolo migrante: dos viajeros, un niño por llegar, un lugar donde no conocen a nadie y un gesto de bondad. Estos son 7 elementos infaltables y emblemáticos.

Las posadas son en el fondo la mejor representación de la esperanza de los migrantes. Nacieron del relato bíblico del viaje de José y María, de su búsqueda de refugio en un lugar donde no conocían a nadie y se ha integrado en una tradición de la navidad guatemalteca.

Hoy son un ritual de hermandad que une a los migrantes guatemaltecos con un recuerdo navideño de su tierra. Caminan en tierra distante, tocan puertas, piden ayuda y también la brindan. Por eso, allí donde hay guatemaltecos —en un barrio del país o en una calle extranjera— las posadas reaparecen como una forma de volver, como lo hacen guatemaltecos radicados en Chicago.

Estos son 7  elementos que nunca faltan en esta tradición

Interpretación IA de la posada guatemalteca, con su característica hermandad, instrumentos, luces y andarilla con María y José, los peregrinos en busca de refugio. – SoyMigrante.com REVISTA
Interpretación IA de la posada guatemalteca, con su característica hermandad, instrumentos, luces y andarilla con María y José, los peregrinos en busca de refugio.

 

1. Los viajeros María y José: el corazón de la posada 

María y José encabezan el recorrido no como figuras lejanas, sino como caminantes cansados, humildes, con ese aire de quien toca puertas sin perder la esperanza. Ataviados como peregrinos —a veces con sombreritos sencillos que evocan caminos largos y noches frías— recuerdan que la posada nace del acto de pedir y del deber de acoger. En su andar se resume la historia de muchas familias que, ayer y hoy, han buscado refugio.

2. Faroles de celofán con velita: símbolo de fe que guía el camino

Los faroles, frágiles y coloridos, avanzan balanceándose en las manos de niñas y niños. La velita al interior tiembla con cada paso, como si también caminara. No iluminan mucho, pero iluminan lo suficiente: el sendero, los rostros y la memoria de una tradición que se protege con cuidado, para que no se apague.

3. Tortuga y tambores: el latido de los corazones guatemaltecos

El sonido seco de los caparazones de tortuga, o el golpe firme de los tambores cuando aquellos faltan, marca el ritmo del grupo. No es música perfecta, pero sí profundamente simbólica. Cada golpe anuncia la llegada de la posada y conecta el presente con celebraciones antiguas donde el sonido convocaba y reunía.

4. Chinchines de morro pintado: las raíces ancestrales 

Los chinchines, elaborados con morros pintados, muchas veces traídos de Rabinal,  en Baja Verapaz pasan de mano en mano. Su sonido irregular, alegre y persistente, suele estar en manos pequeñas que agitan sin medir el tiempo. Así, la tradición se aprende haciendo, tocando y participando, no solo observando.

5. “En el nombre del cielo”: un clamor de esperanza

El canto se eleva firme, aunque no siempre afinado. De un lado, los peregrinos piden posada; del otro, la puerta se cierra por costumbre más que por rechazo. La letra se repite, se estira, a veces se improvisa, hasta que el sí llega. Ese momento, esperado y celebrado, simboliza el triunfo de la acogida sobre la indiferencia. SI QUIERES la letra completa del canto para el grupo de afuera y el de adentro, clic aquí.

6. La plegaria por todos le da sentido a todo

Ya dentro, el bullicio se aquieta. Las manos se juntan y la voz se vuelve colectiva. Se reza por quienes están presentes y por quienes no pudieron llegar: los ausentes, los migrantes, los enfermos. Es un instante breve, pero profundo, donde la posada se vuelve comunidad consciente de sí misma.

7. Casa abierta, Tamales, ponche o chocolate: “Fui forastero y me alojaste”

El cierre llega con el vapor de los tamales, el dulzor del tradicional ponche y el espesor reconfortante del chocolate. La comida no es solo un gesto final, sino la confirmación de que la puerta se abrió de verdad. Aquí nadie se queda afuera: la posada se completa cuando todos comparten y la noche, por fin, se siente cálida.

Culturas guatemaltecas sin fronteras

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SoyMigrante.com REVISTA Editorial
Somos una plataforma que busca reconocer y dignificar a los migrantes guatemaltecos en los Estados Unidos. Producimos contenidos con el fin de contribuir a su desarrollo personal, familiar y comunitario.
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