Hace tres años fue la última vez que Orquidia Archila había visitado Guatemala, fruto de su esfuerzo y trabajo, quien labora en un área de control de calidad de una bodega en Kansas City, Estados Unidos.
El pasado 8 de agosto de 2024 Orquidia aterrizó en tierra chapina. Suele venir cada 3 años de vacaciones a su patria, pero está vez vino con toda la familia, incluso con su nuera y consuegros, quienes son estadounidenses.
Lo primero que hizo Orquidia con su familia fue ir a comer el famoso Pollo Campero, así que tuvieron un delicioso almuerzo característico de Guatemala, en el restaurante ubicado en un centro comercial ubicado en zona 15. Un punto que se ha convertido en destino turístico. Y así comenzó el primer día de vacaciones para ellos.
Fascinación por Antigua Guatemala
El segundo lugar al que viajaron fue Antigua Guatemala, la ciudad colonial de ensueño.
“Fue muy lindo, estuvimos 5 días”, expresó Orquidea. El plan incluyó ir a comer un helado por el parque de la iglesia de La Merced.
“Fuimos por unas pupusas y un atol de elote”, añade, aunque admite que comieron en un restaurante bastante popular pero que el deseo por caminar y explorar los rincones de Antigua Guatemala no los hizo resistirse a conocer y comer algunos antojitos antigüeños.
Otro lugar visitado en la Ciudad Colonial fue el Cerro de la Santa Cruz, donde las fotografías no podían faltar. También conocieron Hobbitenango, un parque temático ubicado en la aldea el Hato, Sacatepéquez, a pocos minutos de la ciudad colonial. Así que la compra de artículos típicos, visita a sitios de antaño o tomar un buen café guatemalteco fueron algunas actividades vividas. “Nos gustó mucho la ciudad de Antigua hay mucha variedad para conocer”, añadió Orquidia.
Luego decidieron hacer una actividad más extrema: visitar el volcán de Pacaya. Lograron el objetivo con ayuda de caballos e incluso, derritieron “angelitos” en las cercanías del coloso.
"Atitlán es fascinante"
Después se trasladaron a Panajachel, Sololá, para disfrutar de un paseo por el Lago de Atitlán. El viaje cobraba una oportunidad muy especial para Orquidia pues la familia poco a poco ha crecido y sus hijos, quienes han vivido en Estados Unidos desde la niñez, también regresan a Guatemala cada vez más entusiasmados por explorar la tierra de sus ancestros.
A esta aventura vacacional de Orquidia también se fueron sumando sus hermanos y sobrinos. Para el traslado a estos puntos turísticos, ella contrató un microbús propiedad de un amigo.
Sus raíces
Así iban transcurriendo los días de agosto para ella y sus familiares, después de un par de días en el “Lago más bonito del mundo” emprendieron vuelo para su próximo destino: Flores, Petén.
Viajar en avión a la zona petenera es posible en tan solo 45 minutos de la Ciudad de Guatemala. Orquidia es originaria de San Benito Petén, emigró a Estados Unidos en el 2007, así que el reencuentro que tiene cada tres años cuando regresa a su país, representa para ella recordar su niñez.
Esta vez en compañía de sus hijos, pero también de su nuera y consuegros americanos, tenía un toque único para poder compartir con ellos la cultura petenera, comenzando por la Isla de Flores donde se hospedaron para luego compartir con la familia de Orquidia, en San Benito.
“Al regresar a Guatemala, para mi es una bendición de Dios, estoy muy agradecida con Dios porque, aunque ha sido difícil y me ha dado la oportunidad de poder ahorrar, también es un privilegio compartir con mi familia en Guatemala. Es una vida muy diferente –entre Estados Unidos y Guatemala–, con el trabajo no se puede dar esos privilegios”.
“Al regresar a Guatemala, me permite que mi familia tenga también unas vacaciones, para que puedan estar conmigo y comparto con ellos algo de lo que puedo. Disfrutar de pequeñas cosas como tener agua caliente –en un hotel–, darse el lujo de decir qué cómo, es una bendición. Aquí se pasan dificultades”, comparte Orquidea en su travesía que terminará muy pronto, cuando deba abordar ese avión que la regresará a su hogar en Kansas.
Maletas llenas de recuerdos, literalmente
Para regresar a la Ciudad de Guatemala, Orquidia planea regresar con varias maletas llenas de artículos guatemaltecos tales como pan de La Bendición, una panadería local. “Es un pan muy, muy rico… es un pan muy delicioso”, refiere con mucho entusiasmo.
También llevará nances, sinquinché –una clase de hongo comestible– para hacer unas ricas empanadas, chile habanero, pepita, y así, esas maletas llenas de sabor y recuerdos de este viaje del cual ella se siente feliz y orgullosa, de ver que sus hijos y compañía han disfrutado de vivencias inmemoriales que le ha ofrecido Guatemala.
Guatemaltecos que dejan huella
