En Rhode Island, la fotógrafa guatemalteca busca registrar su experiencia migrante con un ojo sensible y memoria poderosa. Nostalgia, fuerza, alegría, comunidad se proyectan en sus imágenes.
“Me mudé por amor”, dice Jennifer Ugarte, guatemalteca, fotógrafa, con una sonrisa al contar de su llegada relativamente reciente a Estados Unidos, específicamente a Pawtucket, Rhode Island. Se graduó como mercadóloga en la Universidad Rafael Landívar, Guatemala.
“Conocí a mi esposo en Guatemala en 2019, viajamos de mochileros por Sudamérica y Europa, y dos años después me mudé con él a Rhode Island.” En aquel viaje la fotografía se convirtió en herramienta y registro. Fue por ello que en 2022 cursó un diplomado en fotografía en La Fototeca Guatemala y desde entonces no para de disparar imágenes.
El fuerte giro de la migración
Antes de migrar, Jennifer trabajaba como gerente de ventas en una empresa de cosméticos. “Tenía a 600 personas a mi cargo en el área de San Lucas Sacatepequez, Santiago Sacatepéquez, Santa María Cauqué y Mixco. Mi trabajo consistía en brindarles herramientas para que construyeran sus propios negocios, para que fueran emprendedoras”, recuerda.
“Fue durante aquel viaje mochilero que la fotografía llegó a mí”, cuenta. “Quería documentar el viaje y no tenía ni idea de qué estaba haciendo. Me llamaban la atención las revistas como National Geographic, los documentales… veía una imagen y me preguntaba qué había detrás”. Y ya en Estados Unidos, se volvió una aliada.
En Estados Unidos no podía ejercer su título profesional, así que se ocupó en otras labores. Trabajó en una clínica de salud a cargo de la comunicación con la comunidad.
Estar cerca de las realidades
Con una cámara Fujifilm ligera y un lente fijo, Jenni empezó a practicar. Aprendió viendo videos en YouTube, siguiendo redes sociales de fotógrafos y tomando el curso en La Fototeca. Le gusta acercarse a los protagonistas de cada escena.
“Entendí que todos podemos estar en el mismo lugar, pero cada quien ve algo distinto y la fotografía refleja lo que hay afuera, pero también lo que hay adentro de las personas”
Y así ha sido durante su estadía en Rhode Island. La cámara se convirtió en puente con su comunidad. Desde hace cuatro meses trabaja en el Consulado de Guatemala, en la atención a connacionales. Y fue así como entró en contacto con el Centro Guatemalteco de New England, que este año convocó a un taller de barriletes.




Taller de barriletes sin fronteras
“Conocí a la artista guatemalteca Magda León en un taller de creación de barriletes en mayo. Llevé a mi papá porque me estaba visitando y quería que compartiera con otros guatemaltecos. Mientras él hacía arte, yo capturaba momentos. Allí me dí cuenta cuántos connacionales están en Rhode Island y la necesidad de reconectar con nuestras raíces”
Desde entonces Jenni Ugarte ha documentado talleres, celebraciones y proyectos comunitarios. “Me encanta capturar la esencia de lo que está pasando, sin pensar demasiado. En las protestas o manifestaciones no hay tiempo de procesar, solo de actuar, pero siempre busco dónde está la acción, lo relevante, la historia”.
“En este proceso descubrí que lo mío es lo documental. Lo que me apasiona es registrar momentos históricos, políticos, culturales, sociales. Mi fotografía es documental y lo que deseo es captar el momento exacto que se debe recordar”
Quiere imágenes que motiven cambios
Como se mencionó antes, Jenni trabaja en el área de protección del Consulado de Guatemala en Providence, desde donde también observa a su comunidad con empatía. “Veo a la gente tomando acción, preparándose. Y eso me inspira.”
En paralelo cursa un programa en línea de fotoperiodismo de la Universidad de Nueva York. “Estoy aprendiendo mucho. La fotografía me está llevando a ese campo.”
Recientemente también publicó su primer artículo —sobre los talleres de barriletes guatemaltecos en Nueva Inglaterra— en su página web. “Lo escribí en español, lo publiqué en inglés y en español”, cuenta con orgullo.
Al final de la entrevista, cuando se le pregunta por su gran sueño, responde sin dudar: “Poder compartir historias que inspiren cambios.”
Así de sencillo y así de grande.
Historias chapinas en Rhode Island













