Con un objetivo de motivación y reconocimiento de aportes diarios, constantes y sólidos, se emite este mensaje de felicitación y ánimo en el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
Por Letty Barán, líder migrante guatemalteca radicada en Virginia, Estados Unidos de América.
En el Día Internacional de la Mujer, quiero rendir homenaje a cada una de ustedes. A la mujer que es esposa, ama de casa, empleada, viuda, soltera, madre, luchadora, y a aquella que ha participado en política o gobierno de cada país.
A la mujer que ha sido maltratada, víctima, discriminada, y que ha sentido el fracaso, pero que no se ha dado por vencida y que ha encontrado la fuerza para levantarse y seguir adelante. A la mujer que es padre y madre a la vez, que ha asumido responsabilidades adicionales, pero que no ha perdido la esperanza.
A la mujer que tiene fe, que cree en sí misma y en su capacidad para superar obstáculos. A la mujer exitosa, que ha logrado sus metas y que es un ejemplo para otras. A la mujer luchadora, que sigue adelante a pesar de las adversidades. Mujer, a tí te digo:

Quiero decirles que son la columna vertebral de la sociedad, que son la fuente de vida y amor. Que su contribución a la humanidad es invaluable, y que su presencia en el mundo es fundamental. A todas las mujeres que han sido silenciadas, marginadas y oprimidas, quiero decirles que su voz es importante, que su historia es valiosa, y que su lucha es justa.
A todas las mujeres que han logrado grandes cosas, quiero decirles que su éxito es inspirador, que su determinación es admirable, y que su legado es duradero. Quiero concluir diciendo que las mujeres son la esperanza del mundo, que son la luz en la oscuridad, y que son la fuerza que puede cambiar el curso de la historia.

Guatemaltecas brillan por su talento y solidaridad
