Maravilla colonial de Guatemala, la ruina del convento de Santa Clara desafía a los siglos, sorprende la mirada del visitante y le invita a viajar en el tiempo. Estos son siete datos que quizá ya conocías o tal vez no...
Es una belleza, es una joya, es un lugar donde el tiempo se quedó congelado. ¿Sabías que el convento de Santa Clara en Antigua Guatemala era uno de los más «nuevos» en Santiago de los Caballeros?
Decimos eso porque su construcción llevó casi 15 años. Fue terminado en 1715 y apenas tenía dos años en funcionamiento cuando el primer terremoto puso a prueba su estructura. A solo 60 años de haber sido finalizado, los terremotos de Santa Marta arrasaron con la ciudad.
Hoy es un monumental conjunto, al cuidado del Consejo Nacional para la Protección de Antigua Guatemala, admirado por visitantes guatemaltecos y extranjeros. Estos son algunos datos que quizá ya sabías (o tral vez no) de esta joya de Antigua Guatemala.
1. Una sede para las monjas clarisas
En 1699, es decir, hace 325 años llegaron a Santiago de los Caballeros de Guatemala, hoy Antigua Guatemala, un grupo de monjas de la orden de Las Hermanas Pobres de Santa Clara, más conocidas como «clarisas».
Dicha orden fue fundada por San Francisco de Asís y Santa Clara de Asís en 1212. El grupo de monjas llegó a Guatemala desde Puebla de Los Angeles, México. La fundación de su convento fue apoyada económicamente por doña María Ventura de Arrivillaga y Coronado. Quedaron oficialmente instaladas en la entonces Capital de la Capitanía General de Guatemala, en 1700.
Construcción llevó 15 años
Las instalaciones que alojaron a las clarisas fueron ampliadas, gracias al apyo de fray Juan Bautista Álvarez de Toledo (1655-1725) quien fue el primer guatemalteco que llegó a ser ordenado obispo. Antes de él, todos habían sido españoles.
El convento y el templo de Santa Clara fueron terminado en 1715, pero el terremoto de san miguel, del 29 de septiebre de 1717 causó graves daños en la Iglesia. Ello obligó a erigir una nueva, con diseño del arquitecto Diego de Porres, que fue estrenada el 11 de agosto de 1734 y la cual aún puede admirarse.
3. Una fuente de gran belleza
Según datos del historiador Luis Luján Muñoz, gran protector de la Antigua Guatemala, ya fallecido, el convento de las clarisas fue uno de los primeros en tener una fuente en su patio principal.
Dicha fuente posesía hermosos surtidores de agua, pero ese sistema fue destruido por los terremotos de 1773. Aún así, la fuente de Santa Clara es uno de los puntos predilectos para las fotos que se toman los visitantes, con el marco de la arcada majestuosa que también se conserva.
4. Un templo y frontispicio interno
El templo de Santa Clara no tiene fachada hacia la calle, sino interior, debido a que su uso era dedicado a las monjas de clausura. Su fachada tiene vistosas columnas, llamadas «serlianas» así como efigies de ángeles, que se pueden admirar actualmente.
Desde el exterior se puede ver el muro y una puerta de ingreso lateral, la cual actualmente está tapiada con piedra, pero que tiene hermosas efigies de santos.
5. Silencio y misterio en las criptas
Otro de los elementos característicos son las criptas de enterramiento, debajo del Templo y otras que eran utilizadas como bodegas. Al entrar en ellas se produce una impresión mística de otra época, sobre todo al ver como el sol entra por ventanas.
En el terremoto de 1976, dos siglos después de los sismos que devastaron la ciudad, estas criptas estuvieron en riesgo pero fueron reforzadas con pilotes y concreto para que pudieran seguir resistiendo al tiempo y a los elementos.
Sigue trabajo de recuperación constante
En diversas áreas áreas del convento de Santa Clara, en Antigua Guatemala es posible observar pequeñas plaquetas e inscripciones que registran los procesos de restauración y reforzamiento de muros, a cargo del Consejo Nacional de Protección de la Antigua Guatemala. Debido al enorme trabajo y a la limitación de recursos, las reparaciones se efectúan de forma paulatina.
Lamentablemente, en los muros de esta ruina es posible ver la incultura, irresponsabilidad y vandalismo de personas irresponsables, ignorantes e inescrupulosas que efectúan graffitis en los muros coloniales. Por dejar un supuesto recuerdo, ocasionan daño a la integridad del monumento. Este tipo de acciones se debe evitar, porque son penadas por la ley.
7. Costo y normas de acceso a
Para ingresar, el Consejo Nacional de Protección de Antigua Guatemala cobra una tarifa que sirve para sufragar gastos. Estas varían de la siguiente forma.
- Turista Nacional Q5 (Si es un guatemalteco migrante que visita su país puede presentar su DPI para poder tener derecho a esta tarifa nacional)
- Turista centroamericano Q15
- Estudiante extranjero Q20
- Turista extranjero Q40.
Dentro del conjunto monumental se pueden llevar alimentos pero está prohibido el consumo de bebidas alcohólicas; la basura se la debe llevar el visitante; está prohibido el ingreso de mascotas, y armas; se debe tener una conducta correcta en este espacio.
Normas para fotografías:
Se pueden tomar fotografías personales o familiares en el interior. Pero si se desea efectuar fotografías profesionalese para eventos como 15 años, casamientos o sesiones de modelaje, el permiso tiene un costo de Q1 mil.
El horario de visitas es de 9 a 17 horas, de lunes a domingo. Sólo se cierra en 1 de enero, 1 de noviembre, 24, 25 y 31 de diciembre.