La figura paterna activa en la crianza transforma hogares y fortalece a la sociedad, señala UNICEF en su guía de paternidad activa.
La imagen tradicional del padre como proveedor distante ha cambiado. Hoy, múltiples investigaciones y organismos internacionales como UNICEF destacan la importancia de una figura paterna presente, afectiva y comprometida. La participación activa del padre en la crianza tiene un impacto profundo en el desarrollo emocional, cognitivo y social de niñas y niños.
Según la Guía de Paternidad Activa para Padres, publicada por UNICEF, cuando los padres se involucran desde el embarazo y durante los primeros años de vida, los beneficios son múltiples: se fortalece el vínculo afectivo, disminuyen los niveles de estrés en la familia y se favorece el desarrollo integral de la infancia.
Padres más presentes, hijos más seguros
La guía enfatiza que los hijos que crecen con un padre involucrado tienden a tener mejor autoestima, mayor rendimiento escolar y menos conductas de riesgo. La participación paterna activa también promueve la igualdad de género dentro del hogar y permite una distribución más equitativa de las tareas de cuidado.
“Ser padre no es solo proveer económicamente, sino también emocionalmente”, subraya el documento. Esto implica escuchar, jugar, abrazar, poner límites desde el respeto y compartir responsabilidades en el hogar. No se trata de “ayudar a la mamá”, sino de asumir un rol activo como cuidador principal.

Desafíos y oportunidades
En muchas culturas, incluido el contexto latinoamericano, aún existen barreras sociales y estereotipos que dificultan la participación paterna plena. Sin embargo, UNICEF alienta a los padres a romper con esos modelos. Desde acciones sencillas como cambiar pañales, leer cuentos antes de dormir o asistir a reuniones escolares, hasta aprender a reconocer y gestionar las emociones propias.
“Cuando un padre está presente, amoroso y disponible, contribuye a formar hijos resilientes, empáticos y seguros de sí mismos”, señala la guía.
Una transformación necesaria
Expertos en desarrollo infantil coinciden en que fomentar la paternidad activa no solo transforma las dinámicas familiares, sino que tiene efectos positivos a largo plazo para toda la sociedad. Niñas y niños que crecen con modelos de cuidado afectivo y equitativo tienden a replicar esos patrones saludables en la adultez.
UNICEF llama a instituciones, comunidades y gobiernos a crear políticas que promuevan la participación paterna: permisos de paternidad dignos, horarios flexibles, campañas de sensibilización y programas de formación que rompan con los prejuicios del “padre ausente”.
Porque la paternidad no es un rol secundario, sino una oportunidad poderosa para construir familias más felices y sociedades más justas.

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