El Rabinal Achí es el único baile drama prehispánico; tiene siglos de existencia y fue declarado Patrimonio Cultural de Guatemala en 2004, pero ello de poco sirve porque es escaso, por no decir inexistente, el apoyo económico para renovar indumentarias, documentar la ceremonia o establecer programas de conservación. "La misma comunidad nos aporta durante las presentaciones y nosotros tenemos esta responsabilidad cuidar nuestra danza” dicen los integrantes.
Una historia de honor, rivalidad, valentía y también amor relata el baile drama del Rabinal Achi, cuya antigüedad se remonta a la época prehispánica, pero que hace 400 años fue prohibido por una orden gubernamental. No fue sino hasta en 1856 que comenzó a representarse de nuevo al público y en este 25 de enero de 2024 realiza su representación en Rabinal, Baja Verapaz. Es patrimonio cultural de la nación, pero no cuentan con apoyo económico para su permanencia, solo la ayuda de la comunidad y el amor hacia la raíz que lo mantienen viva.
La danza Rabinal Achi de Guatemala es una destacada representante cultural que promueve y preserva las tradiciones ancestrales del pueblo Achi. Fundada con el objetivo de salvaguardar y difundir la rica herencia cultural de esta comunidad indígena, Rabinal Achi desempeña un papel crucial en la promoción de las artes, la danza y la música tradicional.
La obra relata procesos históricos entre rabinales y kiches pero también sobre los problemas políticos. Previo y posteriormente dirigen ceremonias mayas para solicitar permiso a los abuelos y presentarse cada 25 de enero en la feria patronal en San Pablo Apóstol Baja Verapaz. Esta fecha es única, ya que es el único momento en el que la alcaldía indígena de Achi contribuye económicamente a la agrupación. En el resto de las presentaciones, la responsabilidad recae en los propios integrantes y en la comunidad que desee colaborar.
La danza se ejecuta en el idioma Achí y se compone de cuatro actos protagonizados por 21 personajes que representan a ambos pueblos. La relevancia de esta expresión artística reside en ser el único drama completo que ha perdurado inalterado desde la época prehispánica.
Los integrantes de Rabianal achi participan como herencia y tradición de la comunidad. Mismos que buscan recuperar y mantener esta obra literaria. Antes de la presentación se preparan durante dos meses, ya que este requiere de una concentración y valorización de cada papel a interpretar. Uno de los integrantes dijo: “Nosotros danzamos y damos nuestro tiempo por amor y recuperación de nuestra cultura y de la danza ancestral. Hacemos el llamado a las autoridades y demás grupos para que contribuyan al resguardo de nuestra danza”
Personajes
Ajaw Jobtoj – Rey de los Rabinaleb.
Rabinal Achí – Jefe Capitán de Rabinal, hijo de Jobtoj.
Quiché Achí – Jefe Ajaw Jobtoj de los yaquis de Cunén y de Chajul, hijo de Balam Achí, Balam Quiché, jefes de la nación Quiché.
Xokajaw – Esposa de Ajaw Jobtoj.
Uchuch kuk, Uchuch Raxon – Princesa, prometida de Rabinal Achí.
Achi Mun – Esclavo.
Ixok Mun – Esclava de Rabinal Achí.
12 Kanal Cot – 12 guerreros Águilas.
12 Kanal Balam – 12 guerreros Tigres, son los guerreros rabinales, soldados de Rabinaleb.
Datos claves sobre Rabinal Achí
1. Es patrimonio de la Humanidad
A fines del año 2005, el Rabinal Achí fue declarado por la UNESCO una de las Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. A pesar de este nombramiento no recibe un aporte económico para el mantenimiento de máscaras, trajes e integrantes, por lo que persiste gracias al amor y perseverancia de la comunidad y de los integrantes de la propia danza.
2. Es la única obra en su tipo
Se calcula que la captura y rivalidad representada entre los reinos k’iche’ y achí tiene aproximadamente unos 800 años de haber acontecido, es decir, eran tiempos prehispánicos. Su carácter es histórico y reivindicativo del triunfo de los Achí con la captura de un príncipe k’iche. No tiene, a decir de los expertos, ningún significado religioso ni alusiones a deidades, Por lo tanto, el señalamiento colonial de que era un ritual pagano era y es completamente infundado.
3. Hace 399 años se prohibició su escenificación
En 1625 el oidor Juan Maldonado Paz, Juez Juez oficial de la Casa de Contratación de las Indias, prohibió su escenificación por considerarla erróneamente una especie de ritual. Esto llevó a que se le representara de manera clandestina, en montañas o lugares alejados, lo cual de alguna manera aumentó su leyenda. No fue sino hasta 1856 que se volvió a reportar su escenificación en público.
El indígena _Bartolo Sis, guardián del drama, transmitido oralmente, ante el temor de que se perdiera su contenido, lo escribió en idioma k’iche’. El abate Brasseur de Bourbourg, párroco del pueblo de San Pablo de Rabinal fue el encargado de traducir los diálogos al francés. Sis era depositario del tun y de conservar la obra.
De la versión publicada por el abate en 1862, el escritor Georges Raynaud hizo una nueva traducción en 1928, de la cual dos años después, el escritor guatemalteco Luis Cardoza y Aragón elaboró la primera traducción al español. Es a partir de esta versión del Rabinal Achí que desde perspectivas históricas, antropológicas, sociológicas y literarias se ha realizado gran parte de las investigaciones sobre la obra.
4. Se levantó la "prohibición" más de dos siglos después
En 1856 fue levantada la prohibición de la que había sido objeto el Rabinal Achí durante más de doscientos años y la obra volvió a ser puesta en escena públicamente. Gracias a la escenificación se restauró una escritura de gestos, sonidos y movimientos de los cuerpos maya-achí y quiché en el espacio escénico mesoamericano del siglo XIX, que actualizaba otras escrituras, aquellas compuestas por los cuerpos prehispánicos.
Se recompusieron ciertas técnicas corporales ancestrales y algunos procedimientos de apropiación por medio de los cuales los actores se despojaron de su cuerpo normal para alcanzar un cuerpo mágico. Las voces empezaron a variar en entonación, potencia y timbre para restaurar unos discursos poético-dramáticos primorosos. La escenificación del Rabinal Achí o Danza del Tun actualizó una propuesta dramática ancestral inserta en el esquema religioso de las culturas prehispánicas, en la que el cuerpo operaba en cercano contacto con la naturaleza y el cosmos, interpretando sus ritmos, combinaciones, pausas y cortes.
5. Primera traducción directa
La investigación realizada en 1986 por varios expertos dio como resultado la primera traducción directa del texto del quiché al español, compuesta de una composición de danza y de música. José León Coloch, encargado de la danza desde la década de 1950, heredó y cuidó los elementos, trajes, máscaras e instrumentos musicales utilizados en la representación de la Danza del Tun. En el año 2000, José León Coloch, dueño y principal del drama danzario Rabinal Achí, recibió la Medalla Presidencial, por su labor como depositario y encargado de conservar vigente la obra. Pero esto no implicó mayor ayuda del Estado para la conservación de este tesoro.
6. Tesoro en movimiento presentado cada 25 de enero en Rabinal
La obra es considerada la mejor expresión de la cosmovisión de Rabinal, actualmente se presenta en Rabinal Baja Verapaz en la feria patronal en honor a San Pablo. Esta presentación va acompañada del baile de los negritos, Paxcá y el Chico Mudo.
Con raíces profundas en la región de Rabinal, Baja Verapaz, la agrupación se ha convertido en un faro de identidad para los Achi. A través de presentaciones artísticas y eventos culturales, Rabinal Achi celebra la historia, mitología y costumbres de su pueblo. Transmite elementos a generaciones presentes y futuras.
La agrupación también destaca por su participación en festivales nacionales e internacionales, llevando la riqueza de la cultura Achi a audiencias más amplias. Su compromiso con la preservación de la lengua, la danza ceremonial y la música tradicional refleja un esfuerzo continuo por mantener viva la esencia de la identidad cultural Achi.
7. Títulos honrosos pero sin mayor aporte
A pesar de su importancia histórica, estética, cultural y antropológica, sólo el entusiasmo del comité local mantiene vivo el Rabinal Achí. Aunque lleva 20 años de ser “Patrimonio Cultural de la Nación”, no hay programas de apoyo a su conservación, investigación y mayor difusión. Así tampoco el currículo nacional base no le da mayor relevancia, aunque se trata de una joya maya prehispánica única.
El grupo impulsor espera que los migrantes guatemaltecos en Estados Unidos se interesen por representar algunas escenas del Rabinal Achí en localidades donde viven migrantes, a fin de convertirse en símbolo nacional de identidad.