María Sandoval es una guatemalteca que vive desde hace 36 años en Connecticut, EE. UU. Preside el Grupo Quetzal que tiene una misión peculiar. Conoce esta historia.
María Sandoval llegó a Connecticut, Estados Unidos en 1989, dejando atrás a sus padres y su hogar en Monjas, Jalapa. Con solo 20 años y un corazón lleno de esperanza, tomó su primer avión, decidida a buscar un futuro mejor. Al poco tiempo de llegar a Estados Unidos, gracias a unas primas que la conectaron con empresas de trabajo, comenzó a laborar en una fábrica.
La necesidad de ayudar a su familia fue su motivación constante, y en un año de vivir en Estados Unidos se casó, dando la bienvenida a su primer hijo. También trabajó limpiando casas. “He sido bendecida. Mi sueño ya lo he logrado. Estoy feliz con la familia y el trabajo”, refiere María muy agradecida por las oportunidades que se le han presentado en EE. UU.
Los años pasaron y María, junto a su esposo y unos tíos, logró abrir dos restaurantes en Stamford: Maya y La Cabaña, donde sirven antojitos guatemaltecos con recetas familiares. A pesar de los retos, su deseo de que sus hijos se convirtieran en profesionales la impulsó a seguir adelante.
“Los guatemaltecos apoyan para lo que usted los busque. En todo apoyan a sus connacionales”, refiere María Sandoval. Además de su trabajo, María fundó el Grupo Quetzal en 2010, un colectivo que apoya a la comunidad guatemalteca a través de recaudaciones de fondos y eventos culturales. A pesar de la distancia, su amor por Guatemala se mantiene vivo, y cada regreso a su tierra es un momento emocional.
En una ocasión una familia necesitaba repatriar a un guatemalteco que había fallecido en Connecticut, pero no tenían los fondos necesarios para hacerlo así que ella junto a otros guatemaltecos se unieron para recaudar fondos. Fue así como vieron la necesidad de canalizar de alguna forma actividades dentro de la comunidad guatemalteca para poder ayudar a más connacionales que solicitaran apoyo.
Surge entonces el Grupo Quetzal con el fin de recaudar ayuda monetaria a través de rifas y venta de comida. Pero este grupo fomenta la cultura guatemalteca a través de bailes al son de la marimba y se caracterizan por el uso de indumentaria maya. En la actualidad está integrada por 12 personas, todas guatemaltecas.
El Grupo Quetzal y la comunidad guatemalteca en Connecticut ayudan constantemente a diferentes causas. Este grupo también gestionó hospedaje y comida para el grupo estudiantil de Latin Band del Instituto Pedro Molina, quien en el 2010 participó en el desfile Las Rosas que se celebra cada 1 de enero.
A la hora de presentar una danza, el Grupo Quetzal suele bailar al son de melodías como Rey Quiché, una de las solicitadas, luego Luna de Xelajú, entre otras. Este grupo también mantiene una cercanía con la Policía local para así coordinar o ayudar en cualquier situación en la que la comunidad guatemalteca tiene que intervenir.
Un sueños construido
Al compartir sobre sus sueños, ella con orgullo dice que este ya está cumplido. Es madre de dos jóvenes, uno de ellos es maestro de Historia y otro es un economista.
Con 36 años de vivir en Estados Unidos, María ha enfrentado desafíos, pero siempre con la convicción de que este es un país de oportunidades. “La unidad es lo más importante”, dice, mientras sigue cuidando no solo de su familia sino también de la comunidad guatemalteca.
