"La tecnología sin identidad es vacía; la identidad sin tenncología es muda": Marcos Antil, emprendedor tecnológico y CEO de SoyMigrante.com en foro sobre el potencial y futuro de los productos artesanales, tradicionales y hechos a mano en festival Centroamérica Cuenta.
En el marco del festival Centroamérica Cuenta, en Guatemala, el Palacio Nacional de la Cultura de Guatemala fue escenario de un vibrante diálogo sobre creatividad, tecnología e identidad artesanal: la conversación reunió a María Pacheco, fundadora de Wakami, al empresario tecnológico Marcos Antil, CEO de SoyMigrante.com y a la economista colombiana Carolina Van der Huck, gerente de economías creativas del Banco de desarrollo CAF. La moderadora fue Claudia Neira, de Nicaragua.
“Desde CAF, entendemos las economías creativas como aquellas cuya materia prima es la cultura y la creatividad,” explicó Carolina, subrayando el potencial económico de prácticas, habilidades y creaciones culturales y comuniarias que a veces se subestiman.
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Productos con alma, manos que cuentan historias
María Pacheco, fundadora de Wakami, relató cómo su trabajo nació del deseo de generar ingresos sostenibles para comunidades afectadas por la pobreza y la desnutrición. “Mi interés era recuperar ecosistemas, pero lo que me pedían eran mercados,” dijo. Su respuesta fue buscar qué podían ofrecer estas comunidades al mundo, y conectar esos saberes con demandas reales: “
¿Qué pueden hacer las comunidades ancestrales? ¿Y qué quieren los mercados para generar esos ingresos?”. El primer proyecto fue que mujeres de Jocotán, Chiquimula elaboraran empaques elaborados con palma, para botellas del prestigioso ron Zacapa.
Después surgió Wakami empresa que diseña y comercializa joyería y accesorios elaborados por mujeres indígenas guatemaltecas. “Las artesanías no solo son patrimonio cultural, sino productos competitivos”, expresa.
Tecnología con identidad: una poderosa alianza
Marcos Antil, emprendedor tecnológico maya y CEO de SoyMigrante.com, llevó la conversación hacia el papel de la tecnología como herramienta de empoderamiento. Contar bien la historia de un producto y darla a conocer sin fronteras es lo que le da verdadero valor en el mercado: “Cuando la tecnología no tiene identidad, es vacía. Cuando la identidad no tiene tecnología, es silenciosa. Cuando las combinas, eso es empoderamiento.”, dijo en el foro.
“Actualmente se están apreciando más las cosas auténticas, hechas a mano. Pero no las hemos sabido contar. Los productos de los pueblos originarios de Guatemala son productos milenarios. Ya es tiempo. Porque, al saber contar la historia, quien compra el producto, compra un pedazo de historia. Si lo cuentas bien, ni siquiera te van a preguntar el precio.”
Antil enfatizó que el talento ya existe en las comunidades: “Todo el país pasa a un pueblo y tiene su puesto y producto de calidad, pero el puesto está de ocho de la mañana a cinco de la tarde y depende de las personas que llegan allá.” Con plataformas tecnológicas, como SoyMigrante.com MERCADO ese producto puede mostrarse no solo a los guatemaltecos, sino al mundo entero”.
Resultados tangibles, creatividad que transforma realidades
Los efectos de estos modelos no son abstractos. María Pacheco compartió datos concretos sobre el impacto de Wakami: “En estas comunidades vulnerables que trabajan con nosotros, la desnutrición crónica es de menos del cinco por ciento, cuando el promedio nacional es del cincuenta.” destacó que la escolaridad en estas comunidades alcanza los nueve años en promedio, el doble de la media nacional: “Eso cambia realidades.”
Más allá de los números, Pacheco subrayó la transformación interna de las comunidades: “No solo estás creando una narrativa para tu público externo, sino para la misma comunidad. La comunidad se empodera y comienza a cambiar sus hábitos.”
Productos con creatividad, calidad y una gran historia siempre
Empoderamiento productivo para frenar la migración forzada
Tanto Pacheco como Antil coincidieron en que el desarrollo local es una respuesta para frenar migración forzada. “Estoy tratando de ayudar a la familia que puede vender sus productos para generar ingresos y no se vea forzada a irse,” explicó Antil. Para él, la migración debe ser una opción, no una necesidad.
La raíz del trabajo de ambos está en el reconocimiento de una riqueza ancestral que ha sido invisibilizada. “Yo creo que el tejido que hace una abuela de Totonicapán es tan valioso como una aplicación que se hace en Silicon Valley,” afirmó Antil. Pacheco complementó: “Guatemala, corazón, todo es textura, todo es habilidad y el mundo lo necesita.”
SoyMigrante.com MERCADO es un puente a la transformación digital
Una llamada al orgullo multicultural y un sueño compartido
Ambos impulsores del talento guatemalteco transmitieron una visión profundamente esperanzadora del futuro de Guatemala. Antil cerró con una reflexión sobre identidad y propósito: “Cuando abrazo mi identidad, estoy en México, en Estados Unidos, donde sea, pero siempre soy guatemalteco, soy maya, soy q’anjob’al. Cuando sé quién soy, todo lo que me reta sale sobrando.”
Por su parte, María Pacheco habló del origen íntimo y emotivo de su motivación: “Viene de enamorarme de las comunidades rurales y de mujeres con sus bebés. Ese amor de una mamá que es la primera protectora de la vida en países como los nuestros… eso fue lo que me impulsó.”
En este foro de Centroamérica Cuenta quedó claro que los productos hechos a mano no son solo mercancías: son manifestaciones de historia, identidad y esperanza. Y que, con la combinación adecuada de diseño, mercado y tecnología, pueden transformar no solo comunidades, sino también narrativas globales sobre quién produce, desde dónde y para qué mundo.
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