Flores, personajes de caricatura, tapetes con diseños, diademas, gorros…Cualquier figura se puede realizar en Crochet con Amor, el emprendimiento de Claudia García al cual se sumó su amiga Lilian Alba hace un año y medio. Aguja, hilos de colores, dedicación y, sobre todo, mucho cariño son los elementos de sus piezas, que ahora se distribuyen a través de SoyMigrante.com/MERCADO.
«El emprendimiento se llamaba antes Crochet Studios pero era algo muy frío y lo cambié a Crochet con Amor: porque fue con mucho amor que yo aprendí a tejer. Las manualidades siempre estaban presentes en mi familia, a través de mi mamá, mis tías, mi abuelita», cuenta Claudia.
En la necesidad brilla el talento
Claudia García trabajaba como asistente de logística en una empresa de transporte de carga, pero en 2014 hubo un recorte y quedó sin empleo. «Uno puede estar sin trabajo pero las facturas siguen llegando. Así que pensé ¿qué puedo hacer? Y comenzó a tejer crochet. Era algo que había aprendido de niña.»
«En las vacaciones escolares me encantaba estar mucho tiempo en la casa de mis abuelitos maternos. Mi abuelo se llamaba Raúl Manzo y mi abuelita era Elizabeth Castellanos de Manzo. Ella sabía tejer muy bien y me enseñó paso a paso, con mucho cariño y paciencia. Desde cómo hacer cadenas con lana e hilo, como sujetar la aguja, ir formando pilares…».
En 2014, Claudia recuperó aquella memoria y también se actualizó con nuevas técnicas. «Antes solo se hacían gorritos, escarpines y tapetes. Pero hoy se puede hacer prácticamente de todo tejiendo».
Un primer encargo teje un nuevo camino
«Una amiga que confeccionaba vestidos infantiles me encargó varias docenas de flores de lana, para colocárselos a los vestidos. Así empecé a generar los primeros recursos con aquella habilidad del tejido».
«Luego seguí haciendo diademas, decoraciones y muñecos. Seguía aprendiendo pero la base era el amor de mi abuelita. Ella murió hace 22 años, pero sigue aquí presente. Por eso Crochet con Amor tiene un profundo sentido para mí».
Claudia domina hoy muchas técnicas y junto a una amiga, también tejedora, Lilian Alba, suman talentos en este emprendimiento que forma parte de las primeras 100 tiendas de SoyMigrante.com MERCADO.
«Disfruto y le pongo cariño a cada pieza que hago. Al trabajarla me lleva a aquellos tiempos de vacaciones, cuando compartía con mis primos, mis abuelitos. Ahora cuando mis tíos me ven trabajando tejidos me dicen: ¡Eres igualita a mamá!», cuenta Claudia.
Una ventana sin fronteras para el arte manual
Al preguntarle a Claudia García qué le motivó a participar en MERCADO, dice:
«Actualmente tengo un empleo pero sigo tejiendo, prque es algo que me gusta hacer. Queremos que nos conozcan, que las personas vean que las manos artesanales tienen un valor grande y mucho que dar en esta época digital. Sabemos que es un pequeño emprendimiento, pero soñamos con crecer y generar trabajo para más mujeres tejedoras».
Crochet con Amor, próximamente en MERCADO