El sueño de la realizadora audiovisual Rosario Rodríguez, migrante guatemalteca residente en Nueva York, es proyectar el trabajo, la dedicación y la creatividad de los connacionales.
«Comencé en la industria fílmica, desde 2017, dirigiendo mi primer cortometraje en el área donde vivo, en Nueva York, gracias a una beca de dirección, que duró dos semanas»: Así comienza el relato de Rosario Rodríguez, migrante guatemalteca, quien trabaja en producción audiovisual. Ha tenido oportunidad de aprender diversas áreas del proceso; cámara, producción, dirección, edición, sonido.
Nació en Guatemala y fue llevada a Estados Unidos en 2001, cuando apenas tenía 3 años. «Entré al kinder y eso me ayudó a adaptarme con facilidad para aprender el inglés. Pero nunca me olvido de mis raíces», cuenta.
Desde la secundaria tenía interés por la producción de video. Al salir de High School entró a estudiar producción de cine en la Universidad SUNY-Oneonta de Nueva York. Allí estudió también su hermano Marvin Rodríguez, programador informático, cuya historia fue una de las primeras publicadas por SoyMigrante.com
Ascendente y creativa carrera
«Logré entrar a la Universidad SUNY-Oneonta bajo un programa especial de acceso para estudiantes migrantes cuyas familias trabajan en el área agrícola. Luego vino la oportunidad del Manhattan Film Institute que por dos semanas me dio una gran experiencia. Se logró ese acceso gracias al Capitán Dave, un marino que tiene un barco súper tecnológico, impulsado por electricidad y energía solar. El escuchó que tenían una beca para un estudiante y me recomendó».
A partir de entonces, Rosario ha participado en varias producciones. La primera fue en la película Sometime other than now, en donde fue asistente de equipo de producción. Desde 2020 ha participado en la realización de videoclips musicales, anuncios y produjo el documental En mi camino sobre la iniciativa benéfica de su hermano Marvin y actualmente labora en la productora Room Seven Studio, aunque trambién trabaja de manera independiente.
En 2021, Rosario realizó este video como un servicio público, en apoyo a la Universidad de Minessota, para motivar la vacunación de trabajadores agrícolas.
Feliz de ser guatemalteca migrante
«Los guatemaltecos somos innovadores, creativos y muy trabajadores. Llegamos a Estados Unidos por un sueño y hay que tener muchísima fortaleza y determinación para hacer esa travesía por México. Mis padres nos han apoyado y trabajado mucho para apoyarnos. Valoro mucho a mi familia pero también a los compatriotas migrantes que trabajan aqui en los Estados Unidos. Mi sueño es poder llegar a reflejar sus vidas en películas y documentales», expresa Rosario con gran emoción.
«Dale duro, sigue adelante», fue el consejo de la actriz estadounidense Kate Walsh, durante la película mencionada. «Ahí fue mi primera experiencia, pero aprendí de todo. Pero me gustaría enfocarme en producir documentales sobre historias de las personas guatemaltecas, porque aquí en Estados Unidos no somos tan conocidos por todo lo que aportamos. Somos como el Quetzal, que vuela alto y nunca se rinde».
Migrante orgullosa de sus raíces
«Me gusta visitar a mis familiares en Guatemala, pero también recorro lugares turísticos. Me siento identificada y orgullosa de las raíces mayas. Debemos valorar nuestra ancestralidad, su resiliencia y esfuerzo».
Esa convicción fue la que le llevó a producir una pequeña pieza sobre un artista migrante guatemalteco llamado Vinicio Nij, un pintor que padece una discapacidad que no le limita para nada la creatividad. «Eso me gusta de la gente de Guatemala: que no tenemos límites si nos lo proponemos», finaliza.
«Es importante que los jóvenes migrantes crean en sí mismos, se decidan a continuar sus estudios y a perseguir sus grandes sueños», aconseja Rosario,