Tradicional baile con disfraces y máscaras en honor al santo patrono de San Pedro Jocopilas, Quiché, fue declarado patrimonio cultural de Guatemala por su antigüedad, popularidad y expresividad.
Cada 28 de junio, San Pedro Jocopilas, en el departamento de Quiché, se transforma en un carnaval de música, trajes vibrantes y alegría colectiva. ¿El motivo? El convite: una fiesta de máscaras que es mucho más que un desfile. Es identidad, herencia viva y desde este 2025, también Patrimonio Cultural de la Nación, por decreto del Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala.
En el corazón de las fiestas patronales en honor a San Pedro Apóstol, el convite es el evento más esperado del calendario local. Con más de un siglo de historia, esta celebración reúne a 16 parejas de bailarines, todos varones, disfrazados de personajes variados, desde figuras humanas, personajes de la cosmovisión maya, hasta caricaturas o creaciones populares, bailando con entusiasmo al ritmo de sones, cumbias, merengues, tangos y música actual.

Una declaración histórica
En un acto oficial celebrado en San Pedro Jocopilas, Quiché, el 27 de junio de 2025, el Ministerio de Cultura y Deportes declaró el convite del 28 de junio como Patrimonio Cultural Intangible de la Nación. Como parte de esta celebración, se realizó un ensayo general del convite, mostrando su esencia festiva, comunitaria y profundamente simbólica. Este 28 de junio se presentó con toda su alegría.
Durante la ceremonia, la viceministra Laura Cotí Lux agradeció al pueblo por permitirle ser parte de este momento histórico: “Este acto no es sólo una formalidad. Es un reconocimiento institucional al valor profundo de las expresiones culturales que nacen del pueblo, que se heredan con orgullo y que siguen vivas gracias al esfuerzo de comunidades que, año tras año, sostienen con dignidad sus tradiciones”, expresó.
Esta declaratoria fortalece la identidad de San Pedro Jocopilas y abre puertas para que esta tradición se difunda a nivel nacional e internacional, como un ejemplo vivo de la riqueza cultural guatemalteca.
Más de un siglo de tradición
El llamado “Original Convite del 28 de junio Más que Centenario” tuvo su origen en 1905, como parte de la celebración en honor a San Pedro Apóstol. Desde entonces, se ha mantenido como el corazón de la feria patronal, donde la comunidad expresa su identidad a través del arte, la danza, el ingenio en los disfraces y una fuerte espiritualidad colectiva.
Aunque su espíritu festivo pueda parecer sencillo, el convite tiene profundas raíces históricas. Su nombre proviene del verbo convidar, es decir, invitar a compartir. Y eso es exactamente lo que hace: invita a todo el pueblo —y a quienes lo visitan— a celebrar juntos.
Deslumbrante creatividad y alegría popular para festejar al patrono: San Pedro apóstol








Color, música y comunidad
Cada traje que se luce en el convite es elaborado con esmero por los propios pobladores y en fábricas de trajes especializadas en la creación de creativas máscaras y atuendos, con toda clase de elementos: plumas, brillantes, bisutería, fibra de vidrio, pieles. Y cada paso de baile es una muestra de cómo el pueblo vive su cultura: con creatividad, orgullo y mucha energía.
Un convite no es exclusivo de San Pedro Jocopilas. Esta expresión cultural también se encuentra, con otras facetas, en otras regiones de Guatemala como Villa Nueva, Mixco, San Marcos, Totonicapán, Quetzaltenango y Huehuetenango. También hay convites guatemaltecos en ciudades de Estados Unidos como Los Angeles y Rhode Island.
Convites guatemaltecos sin fronteras
