El Museo del Ferrocarril es un viaje al pasado, sobre rieles que resuena en el presente.
Ubicado en la antigua Estación Central de Ferrocarriles de Guatemala, en la 9ª avenida 18-03 de la zona 1 capitalina, el Museo del Ferrocarril ocupa un edificio levantado entre 1884 y 1908. Reconstruido tras los terremotos de 1917–1918, el inmueble fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación en 1995 por su valor histórico, arquitectónico y simbólico.
El origen de la preservación
La idea de crear un museo surgió durante el declive del sistema ferroviario en los años 1990. Ante la posibilidad de que piezas clave fueran vendidas como chatarra o exportadas —como la locomotora de vapor N.º 205 en 1991—, trabajadores y aficionados formaron la Asociación de Amigos del Ferrocarril. Reunieron más de 800 firmas para evitar la pérdida de este patrimonio y lograron que la locomotora fuera conservada dentro de lo que hoy es el museo.
En 1996–1997, ocurrió otro episodio emblemático: los trabajadores se opusieron al traslado al exterior de la locomotora N.º 34 (de 1897), declarando: “La 34 únicamente saldría del patio de FEGUA sobre nuestros cadáveres”, lo que consolidó la identidad del museo como símbolo de la resistencia cultural.
En respuesta a esta movilización social, el proyecto del Dr. Arturo Gramajo Mondal se articuló con el Ministerio de Cultura y Deportes, y gracias también al apoyo de Henry Posner III y la Fundación de Amigos del Ferrocarril, se concretó la idea y la infraestructura del museo. El museo abrió sus puertas oficialmente el 8 de enero de 2004, constituyéndose también como Centro Cultural FEGUA.
Colecciones que relatan tres épocas
Más que un museo: un centro cultural vivo
Además de preservar piezas históricas, el museo actúa como espacio cultural dinámico. Forma parte del Centro Cultural FEGUA, que incluye también el museo en Zacapa. Ofrece visitas guiadas, talleres, exposiciones, eventos teatrales, bibliotecas itinerantes y cuentacuentos para niños, jóvenes y familias.
Horarios y entrada
El Museo del Ferrocarril de Guatemala es un espacio singular que combina el rescate del patrimonio ferroviario con una activa vocación cultural. Es testimonio del pasado económico y social del país, pero también un punto de encuentro para reflexionar, aprender y recordar el poder de la historia construida colectivamente. Un lugar imperdible para quienes quieran conectar con el pulso de la Guatemala del siglo XIX y XX.
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