Trabajadores migrantes indocumentados no tienen acceso a servicios de la Seguridad Social en Estados Unidos, pero sí contribuyen a su sostenimiento. Las políticas antimigrantes ponen en peligro este aporte, señala un estudio de American Immigration Council.
La advertencia es clara: “sin la intervención del Congreso, las prestaciones de jubilación podrían reducirse un 23 % ya en 2033”, según un reciente informe de la Junta de Fideicomisarios de la Seguridad Social citado en un análisis de American Immigration Council (AIC). Más de 61 millones de jubilados estadounidenses dependen de estas prestaciones, cuya sostenibilidad enfrenta una crisis demográfica que la deportación de inmigrantes indocumentados solo agravaría.
El análisis del AIC sostiene que “los migrantes —incluidos los trabajadores indocumentados— compensan los factores demográficos que están afectando al Fondo Fiduciario del Seguro Social”. Entre esos factores se encuentra la disminución del número de jóvenes estadounidenses que aportan al sistema y el aumento de adultos mayores que dependen de él. En 1960, había 5 trabajadores por beneficiario; en 2022, apenas 3, una proporción que seguirá cayendo conforme más personas se jubilen.
Migrantes aportan pese a que no reciben beneficio
El informe aclara un punto crucial: “La mayoría de los programas federales de asistencia pública, como el Seguro Social y Medicaid, están limitados a ciudadanos estadounidenses y grupos específicos de inmigrantes legales.” En otras palabras, los inmigrantes indocumentados no son beneficiarios del Seguro Social. Sin embargo, contribuyen masivamente a su financiamiento.
Según el AIC, en 2023 los inmigrantes indocumentados aportaron 26.200 millones de dólares al Fondo Fiduciario del Seguro Social. Esa cifra forma parte de los 89.800 millones de dólares que pagaron en total en impuestos federales, estatales y locales ese mismo año. La mayoría nunca verá un solo dólar de esos beneficios, pero sus contribuciones sostienen a millones de jubilados.
Migrantes compensan envejecimiento de población
American Immigration Council señala que los trabajadores migrantes, incluyendo a los indocumentados cubren “la escasez de mano de obra en sectores esenciales como la agricultura, la construcción, la hostelería y el cuidado de ancianos”. Desempeñan labores físicamente exigentes que a menudo son poco atractivas para los trabajadores nacidos en Estados Unidos.
Lo que se conoce menos, advierte el análisis, es que “incluso si los nacidos en Estados Unidos quisieran ocupar estos puestos, simplemente no hay suficientes jóvenes para realizar todo el trabajo —y pagar todos los impuestos— necesarios para sostener la economía y nuestra población, que envejece rápidamente.”
La magnitud del desafío es enorme. Se proyecta que el número de estadounidenses de 65 años o más aumente un 47 % para 2025, llegando a 82 millones, mientras que la población en edad laboral permanecerá estancada.
Reducción de aporte migrante afectará a Social Security
Durante años, “los inmigrantes —incluidos los indocumentados— han compensado este desequilibrio generacional”, afirma el AIC. Lo hacen con una característica determinante: su edad. El informe indica que el 77,1 % de los residentes nacidos en el extranjero y el 89,4 % de los inmigrantes indocumentados tienen entre 16 y 64 años, comparado con solo el 60,9 % de ciudadanos nacidos en EE. UU.
Esa proporción contribuye a estabilizar el mercado laboral y a sostener la Seguridad Social, Medicare y otros programas públicos. De hecho, la propia Administración del Seguro Social reconoce que “la presencia de trabajadores no autorizados en los Estados Unidos tiene, en promedio, un efecto positivo en la situación financiera del programa del Seguro Social.”
Sin embargo, las políticas migratorias actuales podrían empujar el sistema hacia el colapso. El análisis de Migration Policy Institute advierte que “expulsar a millones de trabajadores mediante la deportación y la revocación de sus permisos de trabajo justo cuando la red de seguridad social corre el riesgo de colapsar es una imprudencia sin precedentes.”













