Estamos Unidos

“Lloramos, reímos, gritamos”: migrante relata triunfo de la Selección sobre Canadá (video)

En seis años viviendo en Minnesota, Javier Samayoa no había visto una escena así: el 29 de junio de 2025, el US Bank Stadium de Minneapolis, se convirtió en una pequeña Guatemala desbordada de banderas, playeras azul y blanco, gritos y lágrimas. Así lo relata.

“Se cree que somos pocos los guatemaltecos en Minnesota” -cuenta Javier Samayoa, migrante guatemalteco- pero ese día llegaron chapines de todas partes: Wisconsin, Iowa, Nebraska, Chicago. Fue algo inédito”, acerca del partido de la Copa de Oro en el cual la selección nacional de futbol de Guatemala venció en la tanda de penales a su similar de Canadá. 

E en el corazón del Medio Oeste estadounidense, miles de guatemaltecos —que no siempre se ven, pero ahí están y se saludan como hermanos aunque no se conozcan— encontraron un motivo para reunirse, reconocerse y emocionarse como pocas veces.

El momento y la euforia del gol del triunfo

Patriotismo y hermandad lejos de la patria

“Cuando uno está lejos se vuelve más patriota”, reflexiona Javier. Y ese día, esa verdad se hizo palpable. El estadio se llenó de banderas, camisas con el escudo nacional, señoras con trajes típicos, niños y jóvenes cantando el himno. “Había algo extraño y bonito: ver a tantas personas guatemaltecas que nunca habías visto y sentir que todas eran familia”, dice.

No importaba el departamento de origen, el acento o el tiempo fuera del país. Esa noche, Guatemala no era una geografía, era una emoción compartida en Minneapolis. Un reencuentro entre paisanos y migrantes, acrisolado con una victoria histórica. Guatemala no clasificaba a una semifinal de Copa Oro desde 1996.

El migrante guatemalteco Javier Samayoa, con camisola oscura, acudió junto a varios amigos (y miles de compatriotas) al estadio US Bank Stadium. (Foto cortesía Javier Samayoa) Si deseas conocer su historia migrante, clic en la foto.
El migrante guatemalteco Javier Samayoa, con camisola oscura, acudió junto a varios amigos (y miles de compatriotas) al estadio US Bank Stadium. (Foto cortesía Javier Samayoa) Si deseas conocer su historia migrante, clic en la foto.

Jugada confuso, penalti injusto y alma en vilo

El partido fue una montaña de emociones. Cuando el árbitro pitó un penal dudoso a favor de Canadá, la confusión se apoderó del estadio. “No pasaron la repetición en las pantallas. Los que estábamos ahí no sabíamos si realmente era penal”, recuerda Javier.  La frustración fue inmediata. “Se notaba en el ambiente, en las caras. Nadie entendía por qué no revisaron el VAR. Había enojo, pero también una fe callada”, dice. Esa fe en que todo podía cambiar, en que Guatemala aún podía remontar.

“A ratos, el estadio se encendía con olas y aplausos espontáneos. No había una batucada, ni una barra organizada, pero sí un amor desbordado. Como si cada uno supiera que estaba siendo parte de algo irrepetible”, prosigue Javier.

La familia Pineda, de Stamford Connecticut no faltó a la cita con la selección azul y blanco. Si deseas conocer su historia, clic en la foto.
Connecticut no faltó a la cita con la selección azul y blanco. Si deseas conocer su historia, clic en la foto.

Tanda penales: con el corazón en un hilo

Llegaron los penales. Y con ellos, el sufrimiento total. “Era un nudo en el estómago. Nadie hablaba. Solo veías manos en la cara, ojos cerrados, oraciones silenciosas, oraciones, esperanzas, un solo corazón”.

Javier recuerda una frase de su amigo Oscar Simms, exfutbolista, quien también acudió al partido y explicaba ese carácter impredecible de este deporte: “Todos los deportes se juegan con la mano, menos el fútbol. Con las manos, uno sabe a dónde va el balón. Con los pies, no. Por eso es el más apasionante”. Y eso le venía a la mente sobre todo al llegar la tanda de penales.

“Y tenía razón. En cada penal, el alma de un país estaba en suspenso”, cuenta. Cuando el delantero guatemalteco Pinto falló, el silencio se volvió abismal. “Yo dije: ya estuvo. Otra vez no se nos dio”, confiesa Javier. Pero entonces, poco después un canadiense también falló. Y el alma chapina resucitó.

Luego vino el gol de la victoria, el ansiado penal, la anhelada clasificación: no hay imposibles.  “Ese momento fue un renacer. Gritamos como nunca. Abrazamos a desconocidos. Yo estaba ronco de tanto gritar. Era mi cumpleaños, y no podía pedir mejor regalo”.

Esta imagen de un aficionado guatemalteco en redes sociales causó múltiples y elogiosos comentarios por su cartel.
Esta imagen de un aficionado guatemalteco en redes sociales causó múltiples y elogiosos comentarios por su cartel.

Lo que aprendimos en ese estadio de Minnesota

El partido terminó y Guatemala clasificó a semifinales, algo que no pasaba desde hacía casi tres décadas. Pero más allá del resultado, Javier se quedó con una certeza: hay que confiar.

“Tenemos que creer en nuestros jugadores, en nuestro técnico. Hay talento chapín. Esta selección se merece llegar al Mundial”.

En medio de la euforia, también queda la enseñanza para quienes han tenido que irse del país: “No hay que dejar de creer, ni siquiera después de fallar un penal. A pesar de la adversidad, se puede”.

Porque a veces, los triunfos más importantes no ocurren solo en la cancha, sino en el corazón de quienes siguen soñando desde lejos.

No han faltado los memes y las imágenes generadas por inteligencia artificial para reflejar el próximo desafío de Guatemala en la Copa Oro 2025: el juego contra Estados Unidos en semifinal.
No han faltado los memes y las imágenes generadas por inteligencia artificial para reflejar el próximo desafío de Guatemala en la Copa Oro 2025: el juego contra Estados Unidos en semifinal.

Guatemala sin fronteras

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Gustavo Montenegro Director Editorial, SoyMigrante.com REVISTA
Periodista, escritor, docente universitario. Nació en Guatemala, 1971. Egresado de la Carrera de Comunicación Universidad Rafael Landívar. Ha trabajado en varios medios de comunicación, entre ellos Prensa Libre, entre 1996 y 2022. Actualmente dirige SoyMigrante.com/Revista
Periodista, escritor, docente universitario. Nació en Guatemala, 1971. Egresado de la Carrera de Comunicación Universidad Rafael Landívar. Ha trabajado en varios medios de comunicación, entre ellos Prensa Libre, entre 1996 y 2022. Actualmente dirige…