Desde su taller en Jocotenango, Sacatepéquez, Eulalia Chonay lidera Kemon Collection, una marca que nació de la necesidad de generar ingresos pero que se ha convertido en un auténtico puente cultural, artesanal y artístico.Conoce su historia.
Eulalia Chonay, una mujer maya kaqchikel de 33 años, ha transformado su pasión por el arte ancestral del tejido en Kemon Collection, un emprendimiento que combina tradición y modernidad para preservar técnicas ancestrales mientras brinda oportunidades laborales a tejedoras de Comalapa.
El emprendimiento de Kemon Collection es mucho más que una iniciativa comercial; es un puente entre el pasado y el presente, una expresión de resistencia cultural y una oportunidad de progreso económico para su creadora, Eulalia Chonay. Este proyecto, nacido entre 2018 y 2020 en la comunidad de Comalapa, Guatemala, fusiona las técnicas de tejido ancestral kaqchikel con diseños contemporáneos, dando vida a productos únicos que reflejan el alma de la cultura maya.
La tienda digital Kemon Collection ya está abierta en SoyMigrante.com MERCADO,la comunidad en línea creada para que emprendedores y compradores guatemaltecos se encuentren: un proyecto activo, proactivo e innovador para pequeños negocios y creadores de productos elaborados a mano, detrás de las cuales siempre hay una historia.
El origen del nombre y su significado
El nombre “Kemon Collection” proviene de la palabra kaqchikel “Kamon”, que significa “tejiendo”. Eulalia Chonay quiso reflejar esta esencia combinando un término de origen maya con un concepto más convencional, uniendo en su marca la riqueza de lo ancestral con la versatilidad de lo moderno.
La historia de Kemon Collection surge de la necesidad. Eulalia, una mujer maya kaqchikel de 33 años, había trabajado durante años en una empresa textil en Antigua Guatemala, pero los ingresos no eran suficientes para cubrir sus necesidades y las de su familia. Con la visión de generar más ingresos y preservar el conocimiento generacional del tejido, decidió iniciar su propio proyecto. Desde pequeña, había aprendido los procesos del telar de cintura, pero al fundar Kemon Collection, tuvo que perfeccionar estas técnicas y aprender a preparar telas para crear productos innovadores.
Un proyecto con impacto social
El proyecto también nació con el objetivo de apoyar a otras personas en su comunidad. Originaria de Comalapa, Eulalia observó la necesidad de generar empleo y apoyo económico para las tejedoras locales. Al inicio, utilizó materiales de su madre y poco a poco fue adquiriendo más recursos para expandir su producción. Hoy, cuenta con tres tejedoras que colaboran con ella de forma temporal, dependiendo de la demanda.
Kemon Collection comenzó con la elaboración de bolsos, un producto que tuvo gran acogida desde el principio. Eulalia diseñaba las telas, trabajaba con algodón y contrataba a un costurero para dar forma a sus ideas. Tras el éxito de los bolsos, decidió diversificar su oferta con productos para la cocina, decoración del hogar, joyería y prendas de vestir. Actualmente, también trabaja con corte reciclado para elaborar ropa, lo que refuerza su compromiso con la sostenibilidad.
Un camino lleno de retos y aprendizajes
La pandemia de covid-19 representó un gran desafío para Kemon Collection. Antes de la crisis sanitaria, Eulalia contaba con un equipo de hasta ocho tejedores; sin embargo, la reducción en la demanda afectó la producción y la capacidad de generar empleo. A pesar de ello, Eulalia perseveró, participó en ferias para dar a conocer su marca y aprovechó talleres de formación como socia de Agexport, fortaleciendo sus habilidades en diseño, corte y confección.
Con un taller ubicado en Jocotenango, Sacatepéquez, Kemon Collection mantiene viva la tradición del telar de cintura y pedal, utilizando técnicas ancestrales que Eulalia perfeccionó a lo largo de los años. La producción de telas y productos sigue realizándose en Comalapa, asegurando que el legado cultural de su comunidad continúe.
“Es algo que me gusta mucho hacerlo. No perder esta oportunidad. Es un arte de Guatemala. Es difícil tener un negocio pero hay que perseverar”, añade con entusiasmo Eulalia.
“Lo suficientemente bueno es perfecto”
Para Eulalia, el camino de Kemon Collection es un testimonio de perseverancia y creatividad. A pesar de los retos, su pasión por el arte textil y su deseo de apoyar a su comunidad la han llevado a construir un negocio que no solo genera ingresos, sino que también enaltece el arte de Guatemala.
Con cada pieza, Kemon Collection cuenta una historia: la de una mujer que transformó la necesidad en oportunidad, la tradición en innovación y el tejido en un medio para crear un futuro mejor.