Desde abril de 2025, la estudiante de ingeniería Valeria Sierra se encuentra becada en un programa de la NASA. Su gran sueño se encuentra en el cielo.
El gran sueño guatemalteco de Valeria Fernanda Sierra Cano se encuentra en las estrellas: esta estudiante guatemalteca de ingeniería se encuentra becada desde abril de 2025 en un programa de la Agencia Espacial de Estados Unidos, la NASA, en donde se capacita en varios cursos astronáuticos.
El 18 de septiembre de 2025 Valeria recibió un diploma en el Congreso de la República de Guatemala por haber sido la primera connacional seleccionada para participar en un curso completo del Instituto Internacional de Ciencias Astronáuticas (IIAS), en Florida, Estados Unidos.
Un gran sueño que llega al cielo
Este programa incluyó simulaciones de misiones, vuelos que recrean condiciones de microgravedad y el uso de trajes espaciales presurizados. “Es lo más cercano a lo que vive un astronauta, pero aquí en la Tierra”, explicó la guatemalteca al referirse al programa que le ha dado fuerza a un gran sueño: llegar a ser la primera astronauta guatemalteca.
Valeria logró esta beca tras haber diseñado un concreto a base de ceniza y caña que podría ser utilizado en una misión lunar. Con él participó en el Congreso Centroamericano del Espacio 2024.
“Quiero abrir una brecha en el país. En Guatemala no es común escuchar que alguien se prepara como astronauta, y creo que este curso puede ayudar a cambiar esa realidad”, dijo con convicción.
Reconocimiento a su talento
El reconocimiento en el Congreso fue entregado por la diputada Sandra Milián, quien dijo que conoca a Valeria desde niña, cuando ya demostraba sus aptitudes para el aprendizaje de las ciencias. Valeria viajará a Quito, Ecuador, para una confverencia ante 400 profesionales de pedagogía, pues le interesa mucho incentivar el aprendizaje de la matemática, la tecnología y la ciencia.
El mensaje de Valeria Sierra a los jóvenes es que expandan su conocimiento: “No se queden con lo que enseñan en clase. Lean, exploren y sean disciplinados, porque la disciplina construye”.
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