El Arco de Gucumatz es el ingreso a la historia, tradición y cultura de Chichicastenango.
En el corazón de Chichicastenango, Quiché, se encuentra un monumento lleno de simbolismo y tradición: el Arco de Gucumatz. Este paso peatonal no solo embellece el paisaje urbano, sino que también recuerda la riqueza mitológica y cultural del pueblo maya quiché.
Ubicado a más de 140 kilómetros de la ciudad de Guatemala, el Arco de Gucumatz es una joya arquitectónica construida en 1932. Con una serpiente tallada que representa al dios maya Gucumatz, este arco forma parte de la ruta cultural de Chichicastenango y se ha convertido en uno de sus principales atractivos turísticos y espirituales.
Al final de la 4ª calle y 5ª avenida, se alza el Arco de Gucumatz, una estructura cargada de simbolismo que conecta lo histórico, lo espiritual y lo mítico del pueblo maya quiché.

Localización y distancia desde la capital
Este emblemático arco se encuentra en el municipio de Chichicastenango, en el departamento de Quiché, a unos 145 kilómetros de la ciudad de Guatemala. El viaje desde la capital toma entre 3 y 4 horas, ya sea en vehículo particular o en transporte público con conexión desde Los Encuentros.
El arco fue construido en 1932 bajo iniciativa del entonces alcalde municipal, quien encargó la obra al arquitecto Aniceto de León. Para su edificación se utilizó piedra traída del cantón Quiejelej. Esta estructura sustituyó a un antiguo arco de ladrillo y se ha mantenido como una de las principales entradas simbólicas al casco urbano.
Su principal atractivo: el simbolismo
El Arco de Gucumatz destaca por su profundo valor simbólico. El nombre hace alusión a Gucumatz, la serpiente emplumada de la mitología maya quiché, un dios vinculado al agua y la creación. En su diseño artístico, el arco presenta una figura tallada de una serpiente devorando a un ser humano, inspirada en una leyenda local que narra cómo una enorme serpiente impedía el paso del agua en el río del pueblo y devoró a un hombre que intentó moverla.
El escultor Flavio Rodas Noriega fue quien plasmó esta escena en el arco, dejando una obra que fusiona arte, tradición oral y espiritualidad maya.
Un punto turístico y cultural
El Arco de Gucumatz forma parte del circuito turístico de Chichicastenango, junto al famoso mercado tradicional, la iglesia de Santo Tomás, el Museo Regional de Máscaras, el cementerio multicolor y el Cerro Pascual Abaj, sitio de ceremonias mayas.
Durante los días de mercado, jueves y domingo, el arco cobra vida como punto de paso de locales y turistas. Muchos lo consideran un mirador ideal para tomar fotografías o contemplar el movimiento del pueblo.
Además, la estructura fue remodelada entre 1986 y 1991 gracias al esfuerzo colectivo de estudiantes, maestros, vecinos e incluso migrantes originarios de Chichicastenango que residían en Nueva York, demostrando el valor sentimental que representa para la comunidad.

Recomendaciones para los visitantes:

El Arco de Gucumatz no es solo una estructura física: es una entrada al universo mítico y espiritual de los pueblos mayas. Visitarlo es sumergirse en una historia viva, donde cada piedra y cada figura tallada conectan con el pasado ancestral de Guatemala.
Conoce más de Guatemala, acá...
