Fotógrafo nacido en San Pedro Yepocapa, Chimaltenango inmortaliza eventos y rostros para la comunidad hispana y migrante en el área de Washington D.C. Marcharse a USA casi le obliga a abandonar su gran sueño. Esta es la historia de cómo lo recuperó.
Érase una vez un muchacho llamado Missael, que nació en un pueblo llamado San Pedro Yepocapa, que significa «Valle de miel», en las faldas del volcán de Fuego: un objetivo fotográfico natural que él captaba en amaneceres, atardeceres y fogonazos, con la cámara de su celular. Missael soñaba con tener una cámara profesional, pero la limitación de recursos, usted sabe…
Se dedicó a trabajar como albañil, la única labor disponible en su pueblo, pero no dejaba de tomar fotos con su celular. Ahorró y por fin un día fue a comprar su primera Nikon (valga la publicidad porque al que escribe le gustan más las Canon. Gustos, gustos, las dos son buenas). La sacó por cuotas. No fue fácil ni corto pagarla, pero fue el inicio de un nuevo camino.
«Empecé a aprender todo sobre fotografía, retoque de imágenes, video, edición de video en tutoriales de YouTube y aprendí sobre la marcha, cada vez me quedaban mejor, y compré más lentes y luces», relata Missael.
Pero entonces vino la pandemia y todos los eventos se suspendieron. Se acabó el trabajo no solo en 2020. Empezó el 2021 sin mejores perspectivas, pero las necesidades y los pagos estaban allí puntuales. Missael tomó la decisión de migrar a Estados Unidos. Llegó a Washington D.C.
"Véndalo todo, mamá"
«Me habría gustado llegar a trabajar en fotogafía a a Estados Unidos, pero me fui sin nada. No podía llevarme nada. Todo se quedó guardado en mi casa. No sabía inglés, solo sabía de construcción, gracias a que ya había trabajado de albañil en Yepocapa. Así que empecé a trabajar en construcción. No podía mandar dinero porque primero había que pagar la deuda del viaje. Y la situación económica seguía crítica allá en Yepocapa», cuenta.
«Un día que hablé con mi mamá le dije: ‘Venda el equipo, véndalo todo mamá, para que se ayuden. Yo no puedo mandar nada, pero eso está allí y de todos modos ya no va a servir'», relata el joven migrante guatemalteco.
Estaba sacrificando su sueño por amor a su familia. Pero para ayudarlos había emigrado. Así que siguió trabajando en construcción.
¿Verdad que tienen magia las fotos de Missael Sián?
Un salto en el tiempo
Han pasado tres años y medio desde aquella situación. El próximo 11 de agosto, Missael será reconocido por su talento fotográfico en los premios Universal Awards de Nueva York, organizados por el también chapín Juan Valdez, conferencista, motivador y escritor, cuyo afán es destacar esos perfiles de éxito.
En febrero de 2024 fue galardonado también por su trabajo fotográfico en la gala Golden Latino Award, en Virginia.
Sí: Missael se dedica hoy de tiempo completo a la fotografía y producción de video, desde celebraciones familiares, así como retratos, cobertura de eventos sociales y comerciales. ¿Cómo sucedió esto?
Así reanudó Missael su camino fotográfico
«Una noche, en Washington, me llegó a buscar una persona», cuenta Missael Sian. fue a finales de 2021.
-Missael, me dijeron que usted tiene experiencia en eventos o en fotografía.
Le mostré mi material. La persona me queda viendo y me dice:
-¿Y usted en qué está trabajando?
-Yo acá estoy trabajando en construcción.
Y me dice, recuerdo bien sus palabras:
-«¿Qué hace usted en construcción teniendo este talento? Mire sus fotografías ¡que chulada! No hombre, con lo que usted hace con una cámara, véngase a trabajar. Yo necesito apoyo de alguien que apoye con luces en eventos. Con esa habilidad, puede ganar más que en construcción, usted tiene talento… luche por él».
«Un cuerpo de cámara valía 3 mil o 4 mil dólares, más los lentes, más las luces».
«Madrugaba y de 7 a 5 trabajaba fuerte en construcción; después iba a hacer limpieza en estadios de Maryland y Washington. Entraba a las 10, después de los partidos y terminaba a las 2 de la mañana. Me dormía a las 3 y a las 6 estaba listo otra vez para la construcción. Era bien pesado y solo aguanté pocos meses. Pero compré mi primer cámara», relata.
Nuevos aprendizajes y nuevos objetivos fotográficos
«Las fiestas en Estados Unidos tienen sus características: está el baile sorpresa o la hora loca, que son momentos que la gente quiere registrar en fotos y video. Pero yo no sabía qué era aquello. Fui observando y aprendiendo, platicando con los clientes.
Allá en Guatemala, yo hacía videos con una sola cámara. Aquí en USA hay que tener 3 o 4 cámaras instaladas, de distintos ángulos.
Me ayudaron amigos fotógrafos, que me dieron consejos y a veces me recomendaban. Yo les trabajaba gratis, sosteniendo luces, acarreando equipo, controlando una cámara… porque estaba aprendiendo. No importaba que no me pagaran, me pasaba el fin de semana trabajando y aprendiendo»
El gran sueño guatemalteco de Missael Sian
«Una de las cosas que a mí me motiva bastante, me llena de felicidad es el que mi mamá, mi se sienta orgulloso de mí, de lo que yo estoy haciendo, de lo que estoy logrando», dice el joven fotógrafo. A principios de este año fue premiado como fotógrafo del año en Virginia. En su casa de Yepocapa, imprimieron la fotografía y la colocaron en un cuadro grande en la sala.
¿Cuál es el gran secreto de sus fotos? «Estar atento a la familia, a las emociones. El baile del papá con la quinceañera, el momento en que la fiesta está de lo mejor, algo inesperado, las risas… cada fiesta es única y hay que descubrir eso único».
¿Y cuál es tu gran sueño?
«Tener mi propio salón de eventos, hacer fotografía, hacer video, crear eventos fantásticos allá en Guatemala. Ser un fotógrafo profesional de eventos.. porque la vida es bonita la vida acá en EE.UU., pero es mucho mejor allá en Guatemala.
Y al escuchar toda esta historia, estamos seguros de que Missael lo logrará.