En momentos difíciles a los padres les cuesta hablar de una enfermedad con los niños, pero estas recomendaciones te pueden ayudar.
Hablar con un niño sobre una enfermedad —ya sea propia, de un familiar cercano o incluso del mismo menor— puede ser uno de los momentos más difíciles para cualquier madre, padre o cuidador.
¿Cómo explicarlo sin asustarlos? ¿Debo decir la verdad? ¿Qué palabras uso? Estas son preguntas comunes cuando la salud se convierte en un tema de conversación en casa.
Expertos en psicología infantil coinciden: los niños merecen saber la verdad, pero de acuerdo con su edad y nivel de comprensión. El silencio o los rodeos pueden generar más ansiedad que la misma noticia.
¿Por qué hablar con los niños sobre la enfermedad?
Los niños tienen una sensibilidad especial para detectar cuando algo no anda bien. Pueden notar cambios en el comportamiento de los adultos, en las rutinas o en el ambiente del hogar. “No contarles lo que ocurre no los protege, los deja solos con su imaginación, y eso puede ser más angustiante”, explica la psicóloga infantil Ana María Herrera.
Hablar abiertamente, aunque con cuidado, permite que el niño sienta que forma parte del entorno familiar, que puede hacer preguntas y expresar emociones.
Consejos para hablar con los niños sobre una enfermedad
Lo que nunca se debe hacer
Una oportunidad para enseñar empatía y resiliencia
Aunque hablar de una enfermedad puede ser doloroso, también es una oportunidad para enseñarle al niño valores como la solidaridad, el amor, la paciencia y la empatía. “No se trata de cargarlo con el peso de una situación difícil, sino de ayudarlo a transitarla de la mano, con honestidad y contención”, concluye la terapeuta Herrera.
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