En la actualidad, la salud mental es un tema que cobra cada vez más relevancia. Con el aumento del estrés, la ansiedad y la presión social, muchas personas se enfrentan a pensamientos destructivos que afectan su bienestar diario.
Estos pensamientos destructivos, que pueden ir desde la autocrítica excesiva hasta la anticipación de escenarios catastróficos, no solo erosionan la confianza en uno mismo, sino que también pueden desencadenar trastornos emocionales más graves.
¿Cómo podemos, entonces, eliminar esos pensamientos destructivos? Psicólogos y expertos en salud mental ofrecen varias estrategias efectivas.
Comprender el origen del pensamiento destructivo
El primer paso para eliminar un pensamiento destructivo es entender de dónde viene. Según la psicóloga clínica Dra. Lisa Firestone, autora de «Conquer Your Critical Inner Voice» (Conquista tu voz interior crítica), muchos pensamientos negativos se originan en experiencias pasadas o en patrones aprendidos que han quedado grabados en nuestra mente. Estos pensamientos pueden manifestarse como una «voz interna crítica» que constantemente cuestiona nuestra valía o nuestras decisiones.
Por ejemplo, una persona que creció en un entorno donde se le criticaba constantemente puede internalizar esas críticas y, como adulto, desarrollar un patrón de autocrítica destructiva. Reconocer que estos pensamientos no son necesariamente reflejo de la realidad, sino de experiencias pasadas, es esencial para comenzar a cambiarlos.
Identificar y desafiar el pensamiento negativo
Una vez que se comprende el origen de los pensamientos destructivos, el siguiente paso es identificarlos cuando aparecen y desafiarlos.
Una técnica efectiva es desafiar estos pensamientos preguntándose: “¿Qué evidencia tengo de que este pensamiento es cierto? ¿Existen otros puntos de vista posibles? ¿Qué le diría a un amigo si tuviera este pensamiento?.
Adoptar un enfoque de atención plena (mindfulness)
Otra estrategia eficaz para manejar y eventualmente eliminar pensamientos destructivos es la práctica de la atención plena o mindfulness. Esta técnica, derivada de tradiciones meditativas, implica centrarse en el momento presente sin juzgar. Según el Dr. Jon Kabat-Zinn, creador del programa de Reducción de Estrés Basado en la Atención Plena (MBSR), el mindfulness permite observar los pensamientos como si fueran nubes que pasan, sin aferrarse a ellos ni dejar que definan nuestra realidad.
Reemplazar pensamientos negativos por afirmaciones positivas
Además de desafiar y aceptar los pensamientos destructivos, es importante reemplazarlos por afirmaciones o creencias positivas. El neurocientífico Dr. Joe Dispenza explica que el cerebro puede ser reprogramado a través de la repetición de pensamientos y creencias positivas. Practicar afirmaciones diarias como «Soy suficiente tal como soy» o «Tengo la capacidad de manejar cualquier desafío que venga» puede ayudar a construir una narrativa más compasiva y positiva.
Es fundamental ser paciente en este proceso, ya que cambiar patrones de pensamiento profundamente arraigados lleva tiempo. Sin embargo, con consistencia y práctica, es posible crear un «diálogo interno» más saludable.
Buscar ayuda profesional cuando sea necesario
Es importante destacar que, aunque estas estrategias pueden ser muy efectivas, algunas personas pueden necesitar ayuda adicional. Los pensamientos destructivos persistentes pueden ser un síntoma de un problema de salud mental más profundo, como la depresión o el trastorno de ansiedad generalizada. En estos casos, es crucial buscar la orientación de un profesional de la salud mental, como un psicólogo o psiquiatra.