El juego de gallos y la carrera deTodos Santos Cuchumatán, Huehuetenango es solo la culminación de la festividad patronal de un pueblo localizado a 279 kilómetros u 8 horas de viaje desde la capital de Guatemala.
Entre la neblina del amanecer del 1 de noviembre, día de Todos los Santos, tienen lugar las carreras de caballos del pueblo huehueteco del mismo nombre: Todos Santos Cuchumatán. Una tradición que no es competencia, sino ritual; que no es un acto folclórico, sino un ceremonial de profundo significado.
Su origen se remonta a los tiempos de la conquista, cuando el pueblo maya mam se rebeló contra los españoles y los retó a correr entre las montañas, según revelan algunos estudios. Otra tradición dice que le quitaron los caballos a los españoles y los corrieron para celebrar su libertad.
Hoy es una fiesta que atrae a muchos todosanteros, incluyendo a algunos que han emigrado a Estados Unidos y pueden viajar para eesta época, otros, que no pueden regresar, patrocinan a algún jinete, que luce la tradicional y colorida vestimenta de pantalón rojo, camisa de fondo blanco y rayas moradas, con sombrero de cinta y decoración de plumas.
Una carrera entre mundos
Desde el 28 de octubre comienzan los primeros bailes pero sin duda alguna es el 31 de octubre el día de más intensidad. Música de marimba y bailes en el predio de la feria reflejan la algarabía del pueblo mam, en un sincretismo que funciona una solemnidad cristiana con la cosmovisión preshispánica: la carrera es entre el mundo concreto y el mundo espiritual.
El consumo de alcohol es constante y cuando llega la hora de las carreras en Todos Santos Cuchumatán, los competidores están ebrios en diversos grados. «Todos están bolos», exclama un espectador. Vienen muchos visitantes de municipios de Huehuetenango, la capital e incluso extranjeros, aunque este año no hubo muchos.
Caerse del caballo forma parte de la carrera y si alguien llega a fallecer por una caída, se considera una bendición. Cada corredor participa durante cuatro años seguidos, no más.
Se llama Juego de Gallos también a estas carreras de Todos Santos Cuchumatán, porque los corredores nombrados como Capitanes llevan un ave en sus ideas y venidas, hasta que al final la misma es ofrendada. Se le sacrifica y con ello termina el día de carreras y agradecimientos. de
Lo que no se ve pero es fundamental
Cada participante no llega por casualidad ni por antojo. Debe tener el consejo de un Aj’Qi’j o guía espiritual, quien le indica si el día es propicio para que él forme parte de la carrera. Los turistas no siempre se enteran que por muy informal o jubilosa que parezca la actividad, es un ritual, cuya entrada se paga con el sacrificio de un gallo.
«En algunos años hay fallecidos a causa de caídas, pero este año no hubo», refiere el fotógrafo Abel Juárez, quien aportó las fotografías del Juego de Gallos y Carreras de Todos Santos Cuchumatán del 2023.
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