A través de la asociación Nosotras, en Connecticut, Carla Esquivel imparte talleres de formación en derechos, autoestima y desarrollo de capacidades de migrantes que laboran como niñeras, cuidadoras de adultos mayores, cocina y limpieza, para que sean remuneradas acorde a las labores que desempeñan.
En agosto de 2024, Carla Esquivel, originaria de Guatemala recibió el más reciente reconocimiento por su labor educativa en favor de las mujeres migrantes trabajadoras de casa particular: el programa En Vivo con Maricarmen, con el apoyo de la Comisión de Cultura de la ciudad de Stamford, Connecticut. Recibió el premio de la Paz, cuyo diploma tiene una acuarela con su retrato mientras sostiene una pancarta.
“Muchas veces contratan a migrantes hispanas para hacer limpieza en casas, pero terminamos cuidando niños, cocinando y hasta cuidando adultos mayores”, dice Carla. “Nosotras educa a sus afiliadas sobre cómo negociar sus contratos y exigir condiciones justas. También hay casos de migrantes indocumentadas a las cuales amenazan con denunciarlas a Migración para no pagarles… pero hasta eso tiene vías para abordarse, hay leyes que protegen a las mujeres indocumentadas”, dice desde su vehículo, donde respondió a esta entrevista mientras va de camino a otro trabajo. Y esta es la historia de Carla Esquivel.

No somos "chachas" ni sirvientas...
En Stamford, Connecticut, un movimiento de empoderamiento y justicia ha ido creciendo silenciosamente, pero con una fuerza inquebrantable. Al frente de este movimiento está Carla Esquivel, una guatemalteca que llegó a Estados Unidos hace 28 años y que, desde hace cuatro, lidera la organización Nosotras. Su misión: capacitar, proteger y empoderar a las trabajadoras del hogar, un sector vital que a menudo es invisibilizado y explotado.
Carla conoce de primera mano las dificultades de este trabajo. Su madre también fue trabajadora del hogar, dedicada al cuidado de niños, y desde los 17 años ella misma comenzó en este ámbito, cuando llegó a Estados Unidos para trabajar con una familia que necesitaba una niñera.

“Empecé muy joven en este trabajo y vi de cerca las diferencias en el trato que recibían las trabajadoras dependiendo de la familia para la que trabajaban”, recuerda Carla, guatemalteca vivió hasta los 17 años en Villa Canales y quien llegó a Estados Unidos hace 28 años. Trabajó junto a varias organizaciones de trabajadores de Stamford, Connecticut, pero desde hace cuatro lidera la organización Nosotras. Su misión: capacitar, proteger y empoderar a las trabajadoras del hogar, un sector vital que a menudo es invisibilizado y explotado.
“Nosotras nace de la necesidad de defender los derechos laborales de las trabajadoras del hogar. Durante la pandemia hubo muchas denuncias de abusos, incluso violaciones, trabajo sin pagar”, explica Carla. “Damos talleres, informamos a las personas y las capacitamos para que reconozcan el valor de su trabajo. No somos chachas ni sirvientas; somos Trabajadoras del Hogar, y ese es un título laboral digno”.
Logros en favor de la dignidad
El trabajo en casas particulares abarca mucho más que hacer limpieza. “Muchas veces nos contratan para limpiar, que ya implica un buen esfuerzo; sin embargo a veces terminamos cuidando niños, cocinando y hasta cuidando adultos mayores”, dice Carla. Es por eso que la asociación Nosotras educa a sus afiliadas sobre cómo negociar sus contratos y exigir condiciones justas, incluyendo remuneración acorde a las labores efectuadas.
“Si estás preparada, puedes pedir un salario justo desde el inicio. Pero si no te capacitas, es más difícil exigir un pago digno”, enfatiza. Para generar mejores oportunidades Nosotras también brinda cursos de primeros auxilios (CPR), cuidado infantil y hasta identificación de señales de autismo, sordera u otras discapacidades, para que las niñeras y cuidadoras estén mejor preparadas. Esto se valora mucho”
Nosotras también trabaja con empleadores para sensibilizarlos sobre los derechos de sus empleadas. “Ahora en Connecticut logramos que se aprobara una ley de días de enfermedad pagados. Es un paso enorme porque antes las trabajadoras no tenían ninguna protección legal”, señala Carla.

Trabajo de mujeres es digno y fundamental en la sociedad
Riesgos y amenazas
A pesar de la importancia de su trabajo, las trabajadoras del hogar enfrentan condiciones difíciles, especialmente las indocumentadas. “Muchas veces son víctimas de robo salarial: trabajan y no les pagan. O peor, son amenazadas con ser reportadas a inmigración si reclaman su dinero”, relata Carla. “Nosotras está para decirles que no están solas. Connecticut permite demandar a los empleadores que no pagan y hasta podrían obtener un permiso de trabajo si denuncian estos abusos”.
La pandemia fue un punto de inflexión. “Cuando todo el mundo estaba en casa, ¿quién limpiaba los hospitales y las casas? ¿Quién cuidaba de los niños y los ancianos? Nosotras. Sin trabajadoras del hogar, la sociedad simplemente no funciona”, afirma con firmeza.
Carla Esquivel ha participado en varias organizaciones y campañas en favor de trabajadores en Connecticut






Esperanza, solidaridad y acción
Nosotras ha crecido rápidamente, llegando a mil mujeres en solo cuatro años. “Recibimos cinco llamadas a la semana de trabajadoras que necesitan ayuda”, cuenta Carla. La mayoría son guatemaltecas, representando el 50 % de la organización, seguidas de ecuatorianas con un 30 %. También hay un porcentaje de trabajadoras de República Dominicana, Honduras, Panamá y México. La necesidad de apoyo es inmensa, y la organización sigue creciendo para cubrirla.
Para Carla, la clave está en la preparación y la unión comunitaria. “Si estás en este país, intégrate a la comunidad. Conoce tus derechos, documenta tu trabajo y demuestra que eres una persona trabajadora y valiosa”, aconseja. Recomienda también que las trabajadoras busquen respaldo en iglesias y grupos comunitarios, participen en voluntariados y guarden registros detallados de su empleo, como cartas de recomendación y pagos de impuestos.
“Todo esto ayuda a demostrar que estamos aquí para aportar y que merecemos ser tratadas con dignidad”, enfatiza. “Si estás en este país, intégrate a la comunidad. Conoce tus derechos, documenta tu trabajo y demuestra que eres una persona trabajadora y valiosa”, aconseja.
Con Nosotras, Carla Esquivel no solo cambia vidas individuales, sino que transforma una industria entera, dignificando el trabajo de quienes, con sus manos y esfuerzo, sostienen hogares y familias en Estados Unidos.”
Guatemaltecas florecen con acciones y valores en Estados Unidos
