En Alumin-Art Juan Antonio Escobar Larios te puede elaborar una pieza de una procesión miniatura, un motociclista, un auto de carreras fórmula 1 o lo que desees. El tiempo de realización depende de la complejidad,k pero nada es imposible. Este inusual emprendimiento artesanal forma parte de un grupo de artesanos antigüeños y ahora también ya se encuentra abierto
La tienda digital Alumin-Art ya está abierta en SoyMigrante.com MERCADO, la comunidad en línea creada para que emprendedores y compradores guatemaltecos se encuentren: un proyecto activo, proactivo e innovador para pequeños negocios y creadores de productos elaborados a mano, detrás de las cuales siempre hay una historia. Y esta es la historia Antonio Escobar Larios.
Alumin-Art tiene 13 años de existir. Juan Antonio comenzó «escribiendo» nombres de personas con alambre, pero luego decidió emprender el reto de confeccionar piezas únicas, cada vez más complejas, utilizando su creatividad, manos y por supuesto, herramientas para darle forma al alambre.
El arte convertir el alambre en imágenes
Las primeras piezas en elaborar y comercializar fueron nombres elaborados con alambre. Fue en el 2012 que durante la fiesta patronal de Jocotenango, Antigua Guatemala, esos nombres tridimensionales fueron un éxito en ventas durante los tres días que duró la festividad. Desde entonces Alumin Art 128 busca crear piezas únicas, gracias al alambre. Entre las creaciones que elabora están las pistas de la Fórmula 1.
Los clientes pueden pedir la elaboración específica de algún vehículo de la Fórmula 1. Juan Antonio también elabora orquestas en miniatura. Esta creación puede incluir hasta 23 músicos con diferentes instrumentos. También hace procesiones minis, muy tradicionales para Antigua Guatemala durante la Semana Santa.
El sueño de ser artista se transforma
A Juan Antonio Escobar Larios siempre le ha apasionado el arte. En su niñez anhelaba ser pintor. Ante la situación económica familiar le fue imposible estudiar esa área. Tenía habilidad para crear piezas con duroport, globoflexia, entre otros. Cuando tenía 27 años su madre le motivó para elaborar piezas con alambre y comercializarlas.
Fue para una fiesta del 15 de agosto en Jocotenango, Antigua Guatemala, que se animó vender sus creaciones. Solo en un día de venta obtuvo Q1,400.00. Para el lunes siguiente, Juan Antonio decidió renunciar a su trabajo y así dedicarse de lleno a la nueva oportunidad que le ofrecía sus creaciones a base de alambre.
El artesano antigüeño explica que sus creaciones han llamado mucho la atención, sobre todo, al turismo extranjero. Gracias al apoyo de la Asociación de Artesanos en Antigua, Juan Antonio ha podido mostrar sus creaciones desde Alumin Art 128, incluso, durante participaciones en Nicaragua y El Salvador, como parte de las delegaciones de artesanos guatemaltecos que han participado en ferias comerciales.
“Es bastante bonito trabajar el alambre. A las personas les llama mucho la atención de cómo lo elaboro debido a la velocidad. Trabajo con habilidad y paciencia, sobre todo con habilidad. Muchos de mis clientes son del extranjero. Los guatemaltecos no compran tanto mi trabajo como lo hace el extranjero. El extranjero ve una pieza y la asemeja con algún familiar, se ven reflejados y luego surge en pedir una pieza en especial”, refiere Juan Antonio.