Desde los días en que dibujaba con carbones sobre papel reciclado en su natal Jalapa, Guatemala, el artista Alex Cruz sabe convertir las barreras en desafíos de superación. Actualmente en Florida, plasma múltiples temas con spray en toda superficie.
La historia del artista Alex Jalapa es una constante transformación de obstáculos y limitaciones en impulsos creativos y creatividad ilimitada. Su nombre es Alex Cruz, pero con su nombre artístico identifica y se enorgullece de su lugar de origen, Jalapa, Guatemala, donde nació su pasión por el arte visual, con el apoyo de su mamá, Rita Elías, cuando solo tenía 7 años.
“Mi mamá iba a una panadería a pedir las bolsas de papel de los sacos de harina, las recortaba en pliegos grandes, me daba carbones que usaba para cocinar y me decía: Dibuje m’ijo, aproveche su tiempo”.
Lamentablemente su mamá murió cuando Alex tenía 8 años. Entonces era su abuelo paterno le animó a cultivar su talento. “En una ocasión me consiguió tres botes de pintura de aceite, yo hice un dragón en una pared de la casa. Cuando llegué mi papá se puso furioso. Pero no borró el dragón”, relata el artista. Y hay una anécdota de dragón, ya como migrante en Estados Unidos.
Así que estas son unas pinceladas de la historia del artista migrante guatemalteco Alex Jalapa, quien actualmente reside en Florida. El video a continuación es una participación artística de Alex Jalapa durante un festival indígena Pow Wow, en este 2025, ejecutando una de sus pinturas sobre un tambor.
Convierte barreras en desafíos
De niño, Alex no siempre encontró apoyo a pesar de su talento. Incluso quienes debían cultivar su habilidad no necesariamente lo hacían. Estudió en un instituto estatal de Jalapa y en una ocasión llevó un dibujo elaborado para una tarea. “Me quedó muy bonito por la habilidad que tenía. Pero la maestra me dijo con tono despectivo: “¡No creo que hayás hecho este dibujo! Aquí en Jalapa no hay artistas. Y vos con la planta que traes, nunca vas a lograr ser un artista.”
Aquella crítica injustificada y cruel se convirtió en un reto: “Lejos de desmotivarme, me impulsó a demostrar que sí era un artista”, dice Alex. Vendía sus dibujos a compañeros por 2 quetzales 50 centavos. A los 16 años empezó a pintar rótulos y dibujos en negocios locales con brocha y pinceles. Había aprendido el oficio de electricista y lo efectuó algún tiempo. “Pero con la pintura empecé a ganar más que de electricista y con menos tiempo, haciendo algo que me gustaba”.

Descubre el spray y el fuego
Comenzó a estudiar las carreras de Arquitectura y Diseño Gráfico en la universidad de San Carlos. Diversos factores impidieron completarlas. Eso sí, allí fue donde nació lo de Alex Jalapa, pues para diferenciarlo de otros estudiantes, profesores y compañeros le llamaban ¡Jalapa!, por su lugar de nacimiento.
Alex fue a México, donde empezó a cultivar el muralismo y, sobre todo, descubrió la técnica de pintura con spray en las calles de esa ciudad. “Lo que pintas con brocha en medio día, con spray lo haces en media hora. Esa técnica es llamada Zadotgrafía, por el nombre de su inventor, Rubén Zadot”, cuenta.
Y esa técnica se convirtió en un camino que lo llevó de vuelta a destacar en Guatemala: pintaba en plazas y parques, ferias, conciertos y calles, donde hubiera público. El arte lo llevó por Francia, Portugal, España y posteriormente a Estados Unidos. Actualmente Alex vive en Florida, pero primero estuvo en Minnesota. Casi desde su llegada conoció los festivales indígenas PowWow y eventos de la comunidad hispana y guatemalteca, en ferias e instituciones de muchos Estados.
“La pintura en spray sorprende porque se realiza a la vista del público, es un espectáculo que finaliza con una obra. A la gente siempre le encanta el momento en que se usa fuego para secarla”, agrega con entusiasmo.






Creatividad migrante en Estados Unidos
Alex llegó a Minnesota en 2016. El clima limitaba su trabajo solo a la época de primavera y verano, pero fue un éxito. “Aquí el spray fue un boom, porque nadie lo había visto pintar en vivo”, refiere.
Al poco tiempo de llegar le pidieron una obra para la Gala Latina en Minneapolis. “Representaba el esfuerzo y la cultura latinoamericana. En el centro puse la bandera wiphala, que representa a los pueblos originarios y otros elementos de latinoamérica.” La obra gustó tanto que el cónsul de México pidió exhibirla permanentemente en el vestíbulo.

Conexión ancestral de vivos colores
Alex empezó a participar en festivales indígenas Pow Wow (expresión en idioma indígena narrangasset que significa “Líder Espiritual)”. Con su técnica spray pintaba lobos, venados y elementos de naturaleza. “Yo me adapto a su cultura, a los temas que ellos desean representar, sobre cualquier material.”
Al dueño de un camión de comida le propuso pintarlo con spray. Al principio que quería, pero le hizo un trato: “Si no te gusta, no me pagues” ¿El resultado? No solo le encantó al propietario sino tiempo después le contó que había puesto un canasto de propinas para todos aquellos que quisieran tomarse la foto con el camión “Me dijo que ya casi había recuperado la inversión en propinas porque la gente se tomaba fotos con el camión a donde fuera que iba”.
Subraya que existe una hermandad cultural entre los pueblos indígenas de Norte América y otros pueblos prehispánicos como los mayas. Eso facilita comprender símbolos y valores ancestrales.
“Pero aún no nos conocemos: en este 2025 se logró invitar a una marimba para presentar el Baile del Venado: la presentación estaba para 45 minutos, pero se alargó porque todos se pusieron a bailar. Y dijeron que para el otro año esperaban tener la marimba durante los 3 días del Pow Wow” relata Alex.

Trabajó en Disney y sigue adelante
Hoy, radicado en Florida, Alex Jalapa prosigue la ruta creativa que su mamá inició con papel y carbón. “El principal es seguir representando a mi país con orgullo.” Recientemente restauró un dragón de fibra de vidrio cuyo dueño lo tenía arrumbado sin ninguna utilidad. Alex aplicó allí la experiencia que obtuvo al trabajar en parques de Disney.
“Me mudé a Florida porque me contrataron en Disney gracias a la habilidad de pintar con aerógrafo, algo que aprendí en la carrera de Diseño Gráfico. Tocaba pintar piedras y otros elementos. Entonces, al encontrar la figura del dragón, recordé aquel que una vez pinté en la casa de mi papá. Le propuse al dueño restaurarlo y él me dio total libertad creativa. Quedó muy bonito y lo colocó para exhibición”, relata.
Guatemala ya llevo en el alma
Alex no se ha desconectado de su país. En un viaje a Guatemala, pintó un mural de más de 40 metros en El Rancho. “Representa la cultura guatemalteca de norte a sur, de este a oeste… el arco de Santa Catalina, el lago de Atitlán, la marimba, el Cristo Negro de Esquipulas y la Estela E de Quiriguá. Todo encajonado en un barrilete gigante de Sumpango”.
Alex Jalapa no solo pinta murales: pinta identidad, pinta resistencia, pinta a Guatemala en cada trazo. “Yo adoro mi país. Y estando en Estados Unidos, lo amo más.”

Creatividad guatemalteca brilla sin fronteras
