Una emergencia puede ser por un desastre natural, pero debes saber estos consejos para salvar vidas en Guatemala o en USA.
Cuando una emergencia ocurre —ya sea un huracán, terremoto, incendio, inundación o tiroteo— el primer instinto suele ser buscar respuestas rápidas. Sin embargo, actuar con prudencia, esperar información oficial y tener una estrategia familiar puede marcar la diferencia entre la seguridad y el caos, tanto en Guatemala como en Estados Unidos.
En ambas naciones, los eventos naturales y humanos de alto riesgo son parte de la realidad. Mientras en Guatemala los sismos, las lluvias extremas y las erupciones volcánicas son amenazas comunes, en Estados Unidos hay zonas propensas a incendios forestales, tornados, tormentas de nieve e incluso tiroteos masivos. Sin importar la ubicación, la clave es prepararse con anticipación y mantener la calma ante lo desconocido.
Comunicación familiar: establecer frases clave y puntos de encuentro
Cuidado con los rumores: confiar solo en fuentes oficiales
Uno de los mayores peligros durante una crisis es la desinformación, especialmente en redes sociales y videos que circulan sin verificación. En muchos casos, los contenidos que parecen ayudar solo contribuyen al pánico.
Preparación previa: prácticas que hacen la diferencia
La calma salva más que el pánico
En momentos de crisis, el pánico colectivo puede agravar una situación ya complicada. En cambio, mantener la serenidad, seguir los planes establecidos y esperar las instrucciones oficiales contribuye a proteger a quienes nos rodean y a uno mismo.
“No siempre se puede evitar la emergencia, pero sí podemos decidir cómo reaccionar”, concluye López.
En estos tiempos, prepararse es un acto de amor por la vida y por los demás. La información salva, la prevención protege, y la prudencia en el momento clave puede hacer la diferencia entre el desastre y la resiliencia.
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