Originaria de El Asintal, Retalhuleu, Verónica Elizabeth Calderón fue electa Mrs. Red Migrante Guatemalteca 2024. Sobrevivió a 2 meses de coma por covid, tardó año y medio en recuperarse, pero sus objetivos de solidaridad y amor son hoy más fuertes que nunca.
Cuando Verónica despertó no sabía donde estaba. Pensó que en un hospital de Guatemala. Pero estaba en Los Angeles. Había estado casi dos meses en coma inducido para tratar el covid-19. Cuando la entubaron no sabía si iba a sobrevivir, solo se encomendó a Dios y se despidió de sus hijos, en Guatemala, a través de una llamada. Era marzo de 2020. Despertó en mayo.
La recuperación tardó año y medio, pero volvió a trabajar, a seguir luchando por sus hijos. La hermandad de otros guatemaltecos migrantes fue vital. Apoya la campaña de TPS Guatemalteco y el sábado 20 de julio fue electa Mrs. Red Migrante Guatemalteca 2024, entre 16 aspirantes, todas con cualidades, méritos y trayectoria.
Es originaria de El Asintal Retalhuleu, tiene 9 años en Estados Unidos. Tiene un gran sueño, cada vez más fuerte y esta es su historia.
Ud. nació en El Asintal... justo donde está Takalik Abaj, uno de los más grandes sitios mayas de la Costa Sur de Guatemala
Eso es, exactamente uno de los primeros asentamientos de los Mayas en la costa sur, que recibe muchos visitantes. El Asintal, Retalhuleu es donde nací, crecí, viví mi adolescencia. Cuando llegaros los básicos tenía que ir al municipio de Nuevo San Carlos. Formé mi familia, mis hijos viven allí… Pero un día tuve que salir hacia Estados Unidos en busca de oportunidad laboral, para apoyar a mi familia.
Lleva 9 años en EE.UU. ¿Qué es lo que más extraña de su tierra?
La verdad, primeramente a la familia. Uno deja a hijos, deja a sus padres y uno está aquí en Estados Unidos en el momento cuando más sus padres lo necesitan. He estado pasando una etapa muy difícil, porque mi madre falleció en enero pasado.
Y la verdad, ¡Cuánto hubiera querido poder estar ahí con ella cuando ella más me necesitaba. Y darle el último beso, la despedida.
Lo siento mucho...
No fue fácil. Verá, lo que pasa es que ella tenía la enfermedad del Alzheimer desde que yo me vine a Estados Unidos. La llamaba por videollamada, pero ella no me reconocía. Yo solo la miraba, la saludaba, pero no me recordaba en el momento.
Mi papá me cuenta que a veces, por ratos preguntaba por mí, se acordaba. Tenía leves momentos de consciencia y decía que a qué horas yo iba a regresar. Fue duro.
Imagino que eso hizo difícil su decisión de migrar
Sí, la necesidad económica, tenía que sacar adelante a mis hijos. Yo le dije a mi papá de mi decisión y él me entendió. «Está bien hija, váyase y Dios que vaya con usted» me dijo. Pude ayudarles en lo económico, pero no es lo mismo. Hace falta abrazarlos, pero sigo apoyándolos.
Gracias a Dios mi hija ya es graduada como abogada. Mi hijo va tras la carrera de Medicina y yo les apoyo.
Tengo entendido según conversación previa, que sobrevivió al covid, tras estar en coma... ¿qué nos puede contar?
Yo trabajé por varios años en una casa de familia. Hacía Housekeeping y cuidando niños. Prácticamente vivía allí en la semana y el fin de semana salía. En eso vino la pandemia, pero seguí trabajando.
Un viernes salí de trabajar y el sábado me sentí enferma. Estuve tres días en casa, pensé que era gripe, pero me hicieron prueba y salí positiva de covid. Me dieron tratamiento, pero no funcionó…
Me sentí muy mal, no podía más y tuvieron que internarme. Fue muy difícil ingresé 30 de marzo al hospital y salí 30 de mayo de 2020. Casi no recuerdo nada. En ciertos momentos yo sentía como que me movían, así como de un lado para otro, pero no estaba consciente, no sabía si era un sueño o era real…
¡Qué difícil!
Solo recuerdo que tenía mucha fiebre cuando ingresé al hospital. Me dijo una doctora: «La vamos a entubar. No sabemos si va a sobrevivir. Tenemos 8 días para ver si su cuerpo se adapta al oxígeno. Si no responde, tiene que ser desconectada. Entonces tienes que despedirte de tu familia. Es algo tan difícil que le digan a uno: despídete de tu familia.
Fue un dolor tan grande y pensé en mis hijos, en mis papás en Guatemala. Yo tan lejos. Solo le dije a Dios: Señor te entrego mi vida.
¡Jesús!
…Y te dejo la de mis hijos para que seas tú el que los cuides y los protejas. En ese instante agarré mi teléfono y me acuerdo que llamé a mis hijos. Llamé al papá de ellos y se los encargué. Era una angustia terrible. Dicen que les hablé y me despedí, pero ya no lo recuerdo.
Y despertó a los dos meses
Cuando yo me desperté dije, ¿dónde estoy? Pensé que estaba en Guatemala. Eso pensé primero. Sonó una alarma. Llegaron corriendo las enfermeras y al verme: ¡empezaron a aplaudir! Yo decía, ¿qué está pasando?
Y me dice una¿sabes que día es hoy? No. ¿Sabes dónde estás? Pues en un hospital. Por la forma en que hablaban recordé: estoy en Los Angeles. Me quisieron sentar, pero mi cuerpo era como un trapo. No podía sostenerme. Estaba débil, rodeada de aparatos y todo pitaba.
Viera que me ha costado quitarme ese sonido de la mente, como que queda un trauma. Y a veces yo voy a una tienda, oigo un pito y yo siento que estoy en el hospital. Me daban comida por sonda y fisioterapias para poder levantarme y caminar. Era como una nena aprendiendo a caminar y al inicio me costaba hablar.
Pero aquí está... es usted una guerrera
Sí, poco a poco. Pero cuando yo me di cuenta me estaban inyectando para diabetes. Y le digo ¿qué pasa? yo no soy diabética. Me responde: Covid te dejó diabética y debes cuidarte para estar bien.
Fue un proceso muy difícil. Pero gracias a Dios estoy aquí.
¿Cómo retomó su vida laboral?
Fíjese, retomé mi trabajo casi al año y medio. También fue difícil pero no me dejé vencer. Yo me levantaba como podía, hacía comida y necesitaba trabajar. Entré en una empresa de limpieza, donde estoy ahora.
Hablando de la elección Mrs. Red Migrante Guatemalteca, me contaron que Ud. misma se elaboró su vestido
Fíjese que mi mamá era costurera, mi papá sastre y yo aprendí. También fui cultora de belleza, tuve mi salón en Guatemala. Aprendí a hacer pasteles, a cocinar, algo de carpintería. Pertenezco a un grupo de danza tradicional guatemalteca Alma Chapina, donde también apoyo a hacer los vestidos.
Entonces el vestido de la noche de elección yo misma me lo hice.
¿Cómo entró en contacto con Red Migrante?
Cuando yo vine a California, me encontré con una amiga de básico, Lucky Barrios, de Nuevo San Carlos. Ella me presentó con los de un grupo de danza, allí conocí a don Walter de Red Migrante y desde entonces venimos colaborando, hace unos cinco años.
¿Qué sintió al ser electa Mrs. Red Migrante?
Fíjese que hace tres años, después del COVID, también participé en esta misma velada. Era mi primera experiencia y fue muy bonito. Y desde ahí fue donde yo me fui integrando más a la comunidad, apoyando en deportes, el desfile de septiembre y ahora con la campaña del TPS. Sentí mucha alegría y es un honor, un gran compromiso haber sido elegida. Quiero seguir sirviendo.
El TPS es un gran objetivo, un gran sueño… ¿Cómo invitaría a más migrantes a unirse?
Yo le pido a la comunidad que apoyemos firmando el TPS ya que eso nos abre puertas para poder tener un permiso de trabajo, que es lo que más necesitamos en este país. Yo quiero ir a visitar a mi familia, ahora no puedo por mi situación migratoria. Con un TPS podríamos hacerlo… y por qso busco más firmas y colaboraciones, pero debemos estar unidos.
¿Cuál es el gran sueño de Verónica?
Volver a abrazar a mis hijos, ver a mi papá, a mis hermanas. Ellos sufrieron mucho cuando estuve enferma, pero sobreviví y quiero abrazarlos, decirles que los quiero. Tengo un niego y no sabe cuánto me encantaría volver a verlo. Ese es el gran sueño.
Inteligencia e ingenio de guatemaltecas brilla en EE.UU.
