En algunos momentos de nuestras vidas enfrentamos desafíos, problemas, dificultades, complicaciones... como se les quiera llamar. La clave está en convertirlas en oportunidades para revelar nuestro talento y fortaleza.
Todas las personas en algunos momentos experimentamos pequeñas frustraciones, tensiones y, en ocasiones, mayores disgustos y fracasos.
Algunas de las experiencias que pueden marcar un momento y darles un giro a nuestras vidas están un divorcio no deseado, experiencias de maltrato, la muerte de un familiar, el diagnóstico de una enfermedad, la pérdida de un trabajo o un accidente.
Todas estas son experiencias que dividen nuestra vida en un antes y un después de lo ocurrido. Aunque estos son momentos muy difíciles, el ser humano tiene la capacidad para enfrentar la adversidad y salir victorioso de la situación.
¿Qué hacemos para enfrentar la adversidad?
Cada caso y persona es muy diferente, pero todos presentan cualidades similares, pero para la psicóloga Mariana Tello, hay algunos pasos que se pueden seguir para evitar caer en depresión producto de los problemas.
1. En tiempo difícil hay que ver al corazón
Este es uno de los consejos que puedes pensar que es contrario al de tus seres queridos, pero es muy fácil decirlo si no estás pasando por una situación tan dolorosa. Lo correcto es que te des tu tiempo para sufrir, para llorar y sacar lo que tienes en el corazón.
2. Establécete un límite para reponerte
Aunque vas a tomar tu tiempo para sufrir, tienes que ponerle un límite. Tú decides hasta cuándo, pero si no le pones un límite, este tiempo de sufrimiento puede durar toda la vida.
3. No confíes en tus emociones a ciegas
En momentos de crisis las emociones tienden a ser muy cambiantes. En ocasiones nos sentiremos en control y con deseos de continuar; y en otras, nos sentiremos derrotados. No importa cómo te sientas, sigue adelante.
4. Enfócate en el aqui y ahora
Es muy común escuchar a las personas decir: “Yo estaba tan alegre, siempre me reía. Quiero ser como antes”. A veces es tanto el esfuerzo por regresar al pasado que, al no conseguirlo, inicia la frustración, pero debes de enfocarte en el aquí y el ahora. No en el pasado, sino en el presente. Alegrarte de tus pequeños logros. En otras palabras, al bajar las expectativas no tienes por qué sentirte frustrado. De esta forma te podrás dar cuenta de que, aunque no te sientas como antes, puedes ser feliz. Esta forma de pensar te llevará a avanzar en el proceso de tu recuperación.
5. Busca compañía
Este proceso no tienes que pasarlo solo. En algunos casos no queremos que nos vean para que no se den cuenta de que hemos cambiado. Esto no es correcto. No tienes que pasar este proceso solo. Acepta la ayuda de tu familia y amigos. Si no los tienes, trata de integrarte en un grupo, en la iglesia o en la comunidad.