Hijo de migrantes guatemaltecos, fue alumno destacado de la High School Northern Classen y fue electo superintendente escolar de Oklahoma, en representación de más de 30 mil estudiantes. Su próxima meta: su título universitario para ser maestro.
«Guatemala y la identidad guatemalteca tienen un lugar muy especial en mi vida. La cultura, las tradiciones y la educación que me enseñaron mis padres. Viene de Guatemala y son una parte fundamental de quién soy», dice Fredy López, quien se graduó este mes de High School en la escuela Northern Classen de Oklahoma.
Durante sus años estudiantiles colaboró con la mejora y mantenimiento de su escuela, tuvo buena conexión con maestros, pero no solo del plantel sino de todo el Sistema Escolar del Estado de Oklahoma.
Por su liderazgo y compromiso con la educación, recibió una beca inicial de US$50 mil dólares por parte de la Fundación del Sistema Escolar de Oklahoma, para continuar sus estudios universitarios. «Tengo planes de ser maestro para las escuelas públicas de Oklahoma y así seguir sirviendo a los jóvenes», expresa.
Un día soñado
«En el momento de la ceremonia de mi graduación, me sentía una mezcla de orgullo, alivio y bastante felicidad.
El orgullo de haber alcanzado una meta importante, el alivio de haber terminado una etapa académica y la incertidumbre de lo que vendría después», relata Fredy, quien pensaba en compañeros, maestros, autoridades escolares que le apoyaron, pero «más en mis papás por siempre tener el apoyo para seguir».
Recibe elogios por su esfuerzo y ejemplo
La presidenta de la Fundación de Escuelas Públicas de la Ciudad de Oklahoma, Mary Melon-Tully describió a Fredy López como un modelo a seguir, en la página de dicha institución:
«La historia de Fredy es importante porque es una ventana a las vidas de nuestros 33 mil estudiantes. Fredy se levanta temprano cada mañana para llevar a su hermana pequeña a la escuela. El espera en la fila de ingreso hasta que la deja dentro, por seguridad y para que ella no pase frío», relató en una crónica publicada en la página de la fundación.
«Eso a veces causa que llegue después de la hora de entrada de su escuela. Pero él hace cuanto puede para ponerse al día con lo explicado en clase y con tareas, así como actividades extracurriculares… Después de la escuela, se va a trabajar, en una compañía de jardinería. Debe trabajar para ayudar a su familia. Pero a pesar de toda esta carga, él siempre está feliz y entusiasmado», agrega Melon-Tully.
Dicha fundación fue la que le otorgó la beca para que ingrese a la universidad en septiembre próximo. «Le dije que quería llegar a ser director de una escuela y al ver esa meta, me apoyaron», cuenta Fredy.
Afán de servicio continúa
Fredy fue electo por los propios estudiantes como Superintendente Adolescente del Sistema Escolar de Oklahoma, un puesto que le permite conocer y reportar los aspectos de mejora en las instalaciones escolares de Oklahoma. Esto a su vez le abrió puertas en el cuerpo docente, lo cual le inspiró para emprender ahora el camino a estudiar en la universidad para ser profesor escolar.
Por su calidad humana y rendimiento académico el Sistema Escolar de Oklahoma le otorgó una beca de US$50 mil dólares, con los cuales comenzará este nuevo gran objetivo.
Fredy es un auténtico quetzal que vuela alto hacia un horizonte promisorio de servicio y excelencia.