El migrante Edgar Gutiérrez trabajó muy duro en Estados Unidos pero regresó a Guatemala para buscar su gran sueño: fundar un estudio de producción musical.
La música en las venas
Edgar Gutiérrez nació en el paraje Panjumjuyup, Cantón Chuisuc, Totonicapán, a los 11 años de edad empezó a ejecutar la marimba, el piano y otros instrumentos, las enseñanzas musicales nacieron desde su hogar con su padre Victoriano Gutiérrez y Santa Gregoria Zapeta.
Con sueños y metas a tan corta edad, Edgar se dedicó a estudiar, fue en el 2006 cuando se gradúo del bachillerato. La música siempre estuvo presente y sus habilidades fueron dando frutos, teniendo participación en eventos de la iglesia y grupos musicales.
Con nostalgia dice: “Tenía once años cuando empecé a practicar la marimba, ya ejecutaba con grupos musicales”, Las herramientas eran sus manos, oídos y pasión por la música. Cada presentación era una oportunidad para demostrar su talento.
La puerta de la superación
Edgar inició la universidad estudiando ingeniería en sistemas sin embargo se aproximó una época difícil para la familia, la economía empezó hacer una limitante para seguir estudiando, la decisión de dejar a su familia, amigos y su sueño como músico fue difícil, tal como lo describe.
“Por la situación económica de mi papá y del negocio, decidí migrar para buscar una oportunidad y ayudar a mi familia, esa fue la razón de dejar mi país” dice Edgar.
El hermano de Edgar ya se encontraba en Estados Unidos, cuando decide viajar tomo sus pertenencias y guardó su talento en su mente y corazón, sin embargo, nunca los olvido. La travesía de todo migrante es una incertidumbre y un viaje peligroso, así lo recuerda Edgar.
La llegada de cada migrante es distinta, Edgar trabajó por mucho tiempo en otros oficios, pero la inquietud por cumplir sus sueños era más fuerte. En el sector se encontraron a muchos jóvenes guatemaltecos músicos por pasión y otros por talento. La coincidencia fue el flechazo para emprender y llenar ese vacío musical.
“Junto a mi hermano organizamos un grupo musical, lo conformaron puros guatemaltecos y músicos centroamericanos; uno era hondureño y de Cosa Rica, empezamos hacer giras en Estados Unidos” dice Edgar.
El sueño imposible estaba dando frutos, empezaron las giras por el territorio estadounidense, compartieron escenario con los grupos: Sonora Dinamita, Caña del Salvador, Banda de Honduras entre otras.
“En el 2008 fuimos por Alabama comenzando allí. Luego estuvimos por Texas, el Norte Carolina, Virginia y terminamos la gira en Washington DC, también empezamos abrir los conciertos de grupos internacionales”
Las aventuras se comenzaron a forjar en la música y el camino para los hermanos fue tomar decisiones, sobre la vida y los sueños a cumplir. El primer grupo musical fue llamado: “Guate Band”, lo mejor de la música tropical, época en el que fue recibido por los connacionales y locales. El grupo musical tocaba grandes géneros musicales entre ellos salsa, bachata, cumbia, región mexicana entre otros.
De un pasatiempo a una profesión
El padre de Edgar fue músico cuando era joven y los tiempos eran totalmente distintos y difíciles, pero no fue una limitante para que les inculcaron la pasión y el talento por la música. “nosotros nacimos con la sangre llena de energía para salir adelante y que mejor en la música”.
El trabajo para los hermanos fue más allá de ejecutar temas musicales, formaron un equipo de trabajo que estuvo dirigido por el director Salomón Félix, Edgar se convirtió en el asistente y productor.
Si bien la música era importante para Edgar, también se interesó por producir y grabar contenido musical, compartiendo con más músicos y productores empezó aprender técnicas, programas y profesionalizarse en el ámbito de la composición.
“Empezamos a hacer música, aprendiendo de otras personas y profesionales que nos apoyaron y fue a través del tiempo que se ganó experiencia” agregó
Casa de grabación en Guatemala.
Asegura Edgar que se encontraba estable en Estados Unidos sin embargo necesitaba complementar uno de sus sueños y era regresar a Guatemala, con objetivos y ahorros retorno a su país.
Su estancia en Estados Unidos duró más de doce años, Edgar decidió regresar a Guatemala con el objetivo de emprender y crear música, con los conocimientos adquiridos, además de ejecutar un proyecto junto a su hermano.
“Me regresé porque quise hacer algo diferente, en Estados Unidos era más difícil pagar una renta, el estudio no era tan rentable, además teníamos que dedicarnos a otros trabajos para el resto de gastos” dice Edgar.
Edgar conoció a muchas personas entre ellos ingenieros de sonido, como Armando Hernández, un mexicano que realizaba grabaciones para grupos musicales.
Studio Productions un hogar del músico
La casa de producción se ha convertido en el hogar del talento local, nacional e internacional, también el coro de la comunidad ha utilizado este espacio para la grabación de temas musicales y ha sido dirigido por Edgar.
“Gracias a Dios, la mayor parte de los que llegan a mi estudio son personas experimentadas musicalmente, otros quizás comenzando la carrera, pero me siento genial, acá”.
Si bien el estudio es un emprendimiento también es un apoyo para la comunidad de Edgar, la mejor publicidad es compartir su trabajo con músicos que han recomendado su talento y grandes producciones musicales.
“Comparto con solistas, raperos, quienes hacen hip hop, grupos rancheros, banda también géneros musicales como salsa, merengue y cumbia, entre otros y así me voy también especializando en los géneros” agrega.
Canción producida en G Studio Productions, con el grupo Caña Brava, en modo virtual, pero con sonido profesional.
Anima a los migrantes a ahorrar para volver
“Migrar es difícil y sufrido, en mi caso fui asaltado, el camino fue complicado porque después pasar al río Bravo caminé casi por tres días, nunca fueron horas, comí solo una vez, casi moría en la montaña, sin agua desorientado estuve 7 días acostado en una palangana y encima otras personas, fue duro” Recuerda Edgar con mucha nostalgia.
La oportunidad para Edgar fue aprovechar su estadía en Estados Unidos y no olvidar los sueños que tenía desde muy joven, por ello emprendió un camino que le da la oportunidad de vivir junto a su familia; esposa e hijo y la dicha de compartir con sus padres.
“Insto para que trabajen ahorren y puedan invertir en algo pequeño, poco a poco se puede crecer desde nuestras raíces, por ejemplo, trabajé y me preparé, pero regrese para vivir con una mejor calidad de vida, nos falta creer en nosotros mismos” Agrega que los vicios abundan en cualquier lugar, pero en otro país permanecen a la vuelta de la esquina, por eso recomienda alejarse y mantener objetivos.
Culmina con el siguiente párrafo “Una un pequeño mensaje para los que desean emprender, es que nunca dejen de soñar y porque los sueños siempre se hacen realidad, muchas gracias a ustedes por hacerme la entrevista y visitar mi hogar, gracias”.
Edgar estará próximo a lanzar un disco junto a su esposa Virginia, ella cantará y él lo producirá, esperan estrenarlo para la fiesta patronal de la comunidad.
