Los esposos Zapeta Velásquez lograron, como migrantes en Texas, ganarse la vida con el corte de cabello a damas y caballeros. Regresaron a su tierra natal para seguir trabajando con calidad y compartir sus conocimientos. Esta es su historia
Los esposos Francisco Zapeta y Nicolasa Velásquez, originarios de Xantún, Totonicapán tomaron la decisión de migrar a Estados Unidos hace 13 años. Prácticamente desde que se casaron estaban convencidos que tenían que ir allá para buscar las oportunidades que no encontraban en su municipio.
No fue fácil ni fue rápido, pero allá en suelo distante descubrieron el tesoro de habilidad que ya traían desde su infancia y juventud en Guatemala. En otras palabras y utilizando un dicho muy guatemalteco, gracias a su esfuerzo y valores, su viaje ha sido «de al pelo».
Francisco viajó hacia Estados Unidos cuando era soltero. Al llegar tuvo algunos empleos pero muy pronto identificó una oportunidad de negocio: tenía la oportunidad de brindar un servicio a otros guatemaltecos migrantes. A muchos se les dificultaba encontrar un sitio para cortarse el cabello, ya sea por situaciones de idioma o de simple confianza. motivándole a emprender su pequeño negocio de corte de cabello para caballero. Francisco aprovechó allá el aprendizaje que tuvo desde su niñez y juventud, porque su papá era barbero en Totonicapán.
La clientela abarcó mucho más que guatemaltecos. Vecinos de diversas nacionalidades y también estadounidenses empezaron a visitar la barbería. Francisco vio la necesidad de formarse y especializarse en esta área. Después de algunos años regresó a Totonicapán. Se casó con Nicolasa Velásquez, a quién también le llamó la atención el estilismo y la belleza.
De regreso a Texas, juntos
Al casarse tomaron la decisión de migrar nuevamente, pero esta vez sería el primer viaje de doña Nicolasa. De aquella vivencia recuerda: “Fue muy fuerte, yo iba con mi hijo mayor, difícil, pero logramos pasar (la frontera)”.
A su llegada ella desempeñó varios trabajos en restaurantes. Fue ayudante de cocina, mesera, encargada de limpieza y otros oficios. Sin embargo, después de la jornada laboral se ocupó en aprender: estudió cosmetología. Este oficio oficio le llamaba la atención desde joven. Requirió de sacrificio e inversión. “Pagué una escuela privada de cosmetología que brindaba las clases en español. Conseguí las herramientas y productos para brindar un servicio de calidad”, cuenta.
Con el apoyo de Francisco llegó a especializarse en el corte y cuidado de cabello para dama, además de otros servicios estéticos. Consiguió acreditarse para laborar en Texas. Después de esta formación, ambos empezaron a trabajar en su propio salón de belleza. Eran el equipo perfecto. Ella atendía a las damas y él a los caballeros.
Les iba muy bien. Pero les hacía falta algo. A base de esfuerzo y trabajo consiguieron construir su vivienda en Totonicapán y querían volver a vivir en su país, en su departamento. Junto a sus hijos, todos retornaron a su tierra natal, Cantón Xantún, Totonicapán, Guatemala, en donde ahora trabajan en su emprendimiento: la sala de peluquería y belleza Tikal 1.
Migrantes comparten y multiplican talentos
Es usual que haya alta afluencia de clientes en el salón Tikal 1. La labor es constante para ambos esposos migrantes de vuelta en su terruño. Sin embargo no solo se dedican a efectuar el oficio que conocen. También comparten sus conocimientos y experiencias en el mismo. Por eso han abierto espacios de aprendizaje, ya que coordinan espacios para practicantes del Instituto Técnico de Capacitación y productividad INTECAP. Es usual ver a Nicolasa explicando conceptos e instrucciones con señoritas de la localidad.
El local se ubica en la 12 avenida de la zona 3 de Totonicapán, atienen a damas y caballeros con especialidad de distintos productos. También tienen un área de reparación de máquinas y utensilios de belleza. Los esposos esperan continuar creciendo y apoyando a la económica local.
¿Por qué deciden regresar a su país?
“Es nuestro país, nuestra raíz, es el lugar que nos vio crecer, damos oportunidad para los nuestros y para nosotros” afirma Nicolasa. Las oportunidades se tienen que buscar, agrega, pero también se deben visualizar objetivos para mejorar y construir un futuro para sí mismo y la familia.
Al observar se noto la afluencia de los clientes principalmente de caballeros, las damas deben tomar citas para poder ser atendidas, también los clientes se van satisfechos, sin duda alguna han sido una novedad en la localidad por los productos que utilizan y sobre todo la calidad de manejo en los cortes.