Símbolo patrio de Guatemala figura en la exhibición El futuro de las orquídeas, del Smithsonian Institute en Washington D.C., que se encuentra abierta hasta el 27 de abril.
La exposición El futuro de las orquídeas reúne cientos de ejemplares de estas fascinantes flores, provenientes de todo el mundo. Entre ellas se encuentra la Lycaste virginalis forma alba (Dombrain) Archila & Chiron, nombre científico de la Monja Blanca, flor nacional de Guatemala desde 1934.
“Para los migrantes guatemaltecos puede ser una buena oportunidad de admirar este símbolo patrio y a la vez un tipo de orquídea fascinante que ya enfrentó la extinción y que gracias a años de esfuerzos y paciencia se pudo volver a recuperar”, dice el botánico guatemalteco Fredy Archila, cuyo apellido figura en el nombre científico debido a que ayudó a clasificarla correctamente, pero sobre todo fue quien la rescató de la desaparición.
Si ellas peligran, todos peligramos
La muestra de orquídeas busca crear conciencia sobre las creciente amenazas ambientales que enfrentan estas especies. El cambio climático, los cambios en patrones de lluvias y la destrucción de bosques han llevado al borde de la extinción a muchas orquídeas, pero ese deterioro tarde o temprano golpea a las comunidades humanas.
“La Monja Blanca estuvo extinta en su hábitat natural. Yo mismo escribí sobre eso en 2001 y declaré que había desaparecido por la quema y tala de bosques, pero también por el saqueo ilegal de ejemplares para la venta. Fue un esfuerzo de largos años para poder obtener. Afortunadametne nosotros en la Estación Experimental de Orquideas de la Familia Archila conservábamos plantas que se habían rescatado y a partir de ellas se luchó por reproducirla nuevamente.”, relata el botánico guatemalteco.
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“Yo diría que solo un 3% de guatemaltecos ha visto la Monja Blanca. Quizá menos. Pero esta exposición en Washington D.C. es una excelente oportunidad para que la aprecien junto con sus hijos”.
“La que expone el Smithsonian sí es una Lycaste Virginalis, lo que ocurre es que esta especie tiene flores con cierta tonalidad rosada o fusia. Una de sus formas es la forma alba, que le falta el pigmento rosada, o sea es semialbina porque tiene un pigmento amarillo al centro”, explica el experto.
Archilarum, un proyecto colectivo de investigación familiar multigeneracional en Alta Verapaz, Guatemala, se planteó el desafío de volver a introducir la Monja Blanca en la naturaleza. Identificó los hongos específicos necesarios para una propagación exitosa de la orquídea para luego cultivar plántulas en un laboratorio y trasplantarlas al aire libre sobre las ramas de los árboles.
Los primeros ejemplares reproducidos salieron en 2011, pero la reintroducción no ocurrió sino hasta 2017. “Archilarum alberga ahora un banco de genes de orquídeas y unas 35,000 plantas. En el futuro, espera trabajar con las comunidades locales para establecer procesos sostenibles de propagación y cuidado para cultivo comercial de las orquídeas”, dice la página del Smithsonian.